Senado uruguayo aprueba matrimonio gay
El Senado uruguayo aprobó el martes por amplio margen el proyecto que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo impulsado por el gobierno del presidente José Mujica, que ahora deberá volver a la cámara baja para su aprobación definitiva, reporta el informador.com
La iniciativa fue aprobada por 23 votos a favor -17 del oficialismo y seis de la oposición- y ocho en contra. El texto volverá a la Cámara de Diputados ya que la versión original votada en diciembre en esa cámara sufrió modificaciones. Mujica tenía intenciones de promulgarlo como ley a principios de 2013, pero no puede hacerlo hasta que sea aprobado en ambas cámaras, donde el oficialismo tiene mayoría.
Si el texto fuera consagrado como ley, Uruguay sería el tercer país en el continente americano después de Canadá y Argentina en permitir el matrimonio homosexual en todo su territorio.
Una versión anterior del llamado "proyecto de matrimonio igualitario" ya había recibido una amplia aprobación el 12 de diciembre en la cámara de diputados con los votos de legisladores de los tres principales partidos: el gobernante Frente Amplio de izquierda, el Partido Nacional de centro y el Partido Colorado de derecha.
El proyecto surgió de un texto redactado por el "Colectivo Ovejas Negras" que promueve demandas de grupos homosexuales y fue retomado por diputados del Frente Amplio.
Federico Graña, integrante de esa organización, dijo que el proyecto "es algo que va mucho más allá de la homosexualidad, se trata de una ley en la que todos tengan los mismos derechos y obligaciones".
Además del matrimonio entre personas del mismo sexo el proyecto de ley incluye otros temas polémicos, como permitir que parejas homosexuales adopten niños.
El texto fue presentado ante la cámara alta por el senador oficialista Rafael Michelini. "Este es un tema de libertad, de elección de la gente y de justicia", dijo Michelini consultado por The Associated Press.
"De libertad porque el Estado no debe meterse en con quién debe casarse uno y de justicia, porque si uno se casa en el exterior con una persona de su mismo sexo, si luego vuelve a Uruguay se le reconoce su casamiento", agregó.
La justicia uruguaya reconoció por primera vez en junio un matrimonio entre personas del mismo sexo al aceptar la solicitud de un uruguayo y un español casados previamente en España que querían formalizar su situación en el país.
El senador blanco Francisco Gallinal argumentó en contra del proyecto durante el debate y criticó algunas de sus eventuales consecuencias. "Si compadece ante el oficial del Registro de Estado Civil un matrimonio de personas del mismo sexo a reconocer un hijo, el oficial del Estado Civil lo tiene que inscribir como hijo legítimo del matrimonio. Esto no es cierto, podrá inscribirlo porque lo mandata la ley y porque se llegó a legitimar una situación de estas características, pero eso no es verdad", comentó Gallinal.
En el espacio reservado al público, unas 60 personas seguían el debate, en su mayoría integrantes de agrupaciones homosexuales.
"Esta ley iguala derechos. Nosotros tuvimos que ir a buscar un derecho a otro país que éste no nos brindaba", dijo a la AP Omar Salsamendi, de 40 años, que presenciaba la votación junto a Federico Maserattini, de 20, con quien se casó en Buenos Aires el 27 de noviembre.
Ningún activista contrario al proyecto era claramente identificable entre el público.
La Iglesia Católica, por su parte, pidió a los legisladores actuar "a conciencia" y rechazar el proyecto.
Si se aprueba esta ley "se oscurecerá un bien fundamental de la persona como es la familia", dijo el domingo el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, en su homilía de Pascua. "Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza y dice el Génesis que macho y hembra los creó", por tanto "todo lo que se aparta" de este principio, la Iglesia "no puede aceptarlo", agregó.
"Parecería lógico que dos personas del mismo sexo que se quieren y desean compartir su vida puedan tener algún tipo de reconocimiento civil, pero no puede ser igual al que regula el matrimonio", dijo a la AP el obispo Jaime Fuentes, presidente del sector Familia de la Conferencia Episcopal Uruguaya. Por lo pronto, "los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, naturales o adoptivos, para crecer como personas", agregó.
La legislación uruguaya vigente permite que parejas del mismo sexo legalicen su unión -aunque no como matrimonio- y que aspiren a adoptar niños.
En los alrededores del Congreso no hubo manifestaciones a favor ni en contra del proyecto. Sólo Freddy González, un profesor de inglés de 33 años, regalaba condones a la entrada del edificio disfrazado con peluca azul eléctrico y un sostén metalizado.
"Apoyo esta ley porque ya es hora de que en nuestro país no existan ciudadanos de primera y de segunda. Ya que tenemos los mismos deberes y obligaciones, que también tengamos los mismos derechos", afirmó González, miembro de la agrupación "Hombres que tienen sexo con hombres" interrogado por la AP.
El texto aprobado este martes implica además cambios para todos los matrimonios -homosexuales o no- como por ejemplo poder decidir el orden de los apellidos de los padres al nombrar un hijo, biológico o adoptado, o que pueda decidirse el divorcio por la sola iniciativa de cualquiera de los dos cónyuges siendo que hasta ahora solo la mujer tenía ese derecho, merced a una norma de 1912.
El gobierno de Mujica, un ex guerrillero izquierdista, impulsa estos últimos meses varias leyes liberales en Uruguay, lo que incluye la legalización de la marihuana y la despenalización del aborto.