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Varias generaciones de artistas de una docena de países iberoamericanos subieron a un escenario el miércoles por la noche a celebrar el legado musical de Roberto Carlos, o rei en Brasil, quizá el intérprete de música popular más internacional que ha dado ese país y una referencia de la música latina.
Los salones de un casino de Las Vegas fueron el escenario del concierto homenaje a la Persona del Año que entregan los Grammy Latinos.
Las bromas sobre los millones de amigos de Roberto Carlos se hacían solas.
“Roberto Carlos es el puente entre Brasil y España”, decía a EL PAÍS Alejandro Sanz minutos antes de subirse al escenario para cantar Lady Laura.
“En un momento dado, fue de los primeros en tomar la decisión de cantar en español”. Fue una de las actuaciones más potentes de la noche junto con una enorme versión de El Progreso (“Yo quisiera ser civilizado como los animales”) interpretada por el colombiano Carlos Vives y la mexicana Julieta Venegas.
Sin poder evitar que cientos de voces tararearan con él en bajito, el actual ídolo de la bachata Romeo Santos había inaugurado la noche con El gato que está triste y azul (“cuando era un chiquillo / qué alegría…”).
Los brasileños Ana Carolina y Seu Jorge cantaron en portugués La distancia (“cuántas veces yo pensé volver / y decirte que mi amor nada cambió…”). Falando serio sonó en inglés, interpretada por Dionne Warwick.
El catálogo de Roberto Carlos se desgranaba en los tres idiomas en los que hoy se expresa la música latina. “Gracias por cantar en español”, le dijo Carlos Vives a Roberto Carlos desde el escenario.
El homenajeado declaraba en la alfombra roja sentirse “muy emocionado y feliz” ante “un momento muy especial que será inolvidable”.
El concierto Persona del Año de los Grammy Latinos es un evento previo a la ceremonia de los premios que se entregan este jueves.
El año pasado, fue el turno del español Joan Manuel Serrat. Los músicos invitados tocan las canciones del homenajeado en una cena con él.
“Como aquí no me conoce nadie, estoy tranquilo”, decía el español Melendi en la alfombra roja. Es la primera vez que acude a los Grammy Latinos y a Las Vegas.
Subió al escenario con Malú a cantar Yo te amo, te amo, te amo y la canción Ilegal, inmoral o engorda. “Creo que me viene al pelo, es un honor cantarla. Me identifico mucho. Soy del 79, he crecido con sus canciones.
Roberto Carlos es un referente de la música latina que está a la altura de los Stones”.
Miguel Bosé, homenajeado en 2013 en el mismo formato, iba solo a disfrutar del concierto por primera vez en unos años, sin tener que actuar.
Muy comprometido con la Academia Latina de la Grabación, el cantante dejaba en la alfombra roja una reflexión sobre el alcance internacional de estos premios, que contrasta con la distancia con la que se ven desde España.
“Los artistas somos la marca España. Se nos tiene que apoyar más. Lo que ha conseguido la Academia (con los Grammy) es fantástico. Hay que estar presentes en la academia de todos”, dijo en referencia a los músicos españoles.
Un concierto de estribillos que son himnos y la banda sonora de cualquier niño de los setenta o los ochenta acabó con Roberto Carlos regalando dos canciones.
El final, por supuesto, fue para decir que quería tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar, una frase que en su voz y en directo sigue siendo inevitable acompañar.
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