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En los últimos 10 años, las importaciones de materias y confecciones textiles de China casi se cuadruplicaron, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sistematizados por el Instituto Boliviano de Comercio exterior (IBCE). En 2004, las importaciones llegaron a 28.1 millones de dólares, mientras que en 2014 fueron de 105.5 millones de dólares, habiendo sumado 77.4 millones de dólares en el lapso de 10 años.
Según el IBCE, del total de las importaciones de materias y confecciones textiles, el 36.5% llega de China, el 18.4% de Perú, el 13.8% de Brasil y el 6.2% de Estados Unidos, luego, en menor proporción, están otros países.
Se observan cambios importantes desde 2000, cuando el país de donde más se importaba era Estados Unidos con 19.6 millones de dólares, luego estaba Perú con 17.7 millones de dólares y recién se ubicaba China con 15.5 millones de dólares.
Este incremento en la importación de textiles chinos se debe a los bajos costos. Edgar (nombre ficticio), que comercializa este producto en su puesto de ropa en la calle Uyustus de la ciudad de La Paz, aseguró que los costos son más bajos que cuando uno confecciona en el país.
“La ropa china o coreana tiene costos más baratos, si nosotros produciríamos, el costo se elevaría mucho más porque tenemos que pagar más, es decir, la maquinaria, incluso la costura, personal, luz, agua, todo eso sube el costo, lo importado sale más barato”, indicó.
Junto a su esposa se dedica a la venta de ropa de procedencia china desde hace cinco años porque hay demanda. “La gente compra, hay plata”, afirmó.
Los textileros del país se ven cada vez más perjudicados porque el producto importado ya no les permite obtener ganancias. La señora Concepción, que está en este rubro hace más de 15 años, aseguró que la gente busca lo más barato.
Ella no sólo se dedicaba a la venta de pantalones de varones sino también a la confección, sin embargo dejó la costura desde hace cinco años, ahora prioriza la venta de prendas que compra por docena y lo vende por unidad. Así tiene un poco más de ganancia. Incluso tuvo que vender sus máquinas para poder tener capital.
En términos generales, en 2014, la balanza comercial de materias y confecciones textiles en el país dejaron un saldo negativo de -183.8 millones de dólares, las exportaciones llegaron a 61.6 millones de dólares y las importaciones a 245.4 millones de dólares.
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