Angola: lo plurinacional que sea una verdadera inclusión
Carmen Rosio Angola Campos (28) de padre afroboliviano y madre aymara estudio en la Escuela de Artes y se dedica al arte visual, desde sus 14 años inició haciendo fotografías a sus familiares, que recientemente presentó la colección de sus 24 retratos.
La artista manifestó que busca que sus fotografías comuniquen la vida de los afrobolivianos para que sean incluidos en su totalidad desde los niños en el kínder y hasta las mujeres en sus actividades cotidianas porque los hombres pueden buscarse espacios.
“Como estamos en un cambio de la sociedad, en las culturas y lo étnico, plurinacional y pluricultural quisiera que no se quede en lo pluri porque nosotros los afrobolivianos y yo sigo sintiendo la burla, es distinto la discriminación y la burla”, afirmó.
Angola argumentó que en “carne propia sintió el desprecio” y que el objetivo de sus fotografías es que todos los bolivianos, las bolivianas y el Estado reconozcan el ejercicio de ciudadanía plena de los afrobolivianos.
Sin embargo, la fotógrafa señala que vive la vida como cualquiera de las madres, hija y hermana con sus momentos caóticos y cargado de muchos sueños para proyectarse y seguir con sus objetivos.
Aunque en momentos – señala – que ya está logrando uno de sus objetivos de su arte, pero de pronto a veces considera como que recién empieza la carrera artística; entonces, “me siento un poco confundida”, manifestó, la madre que camina cargada de su hijo y en la mano lleva una cámara fotográfica.
En sus fotografías presenta las imágenes de mujeres y hombres que expresan la esencia de los afrobolivianos, como la mujer que se ve a sí misma y otro hombre llamado tío Fidel que conoce sobre las prácticas del pueblo afro.
A sus cinco años con un dibujo del cóndor y el Illimani ganó un concurso de las Naciones Unidas, estudió la gimnasia olímpica, el violín y a sus ocho años se dio cuenta que no tenía amigos porque en el colegio a veces la trataban de negra, pero cuando fue a estudiar a la provincia rescató su identidad.
Sus padres durante la infancia y su adolescencia brindaron más que dinero el aprecio y el cariño familiar, actualmente su progenitor se dedica a un negocio próspero, y la fotógrafa realiza los calendarios y tarjetas de presentación del emprendedor afroboliviano.
La afrodescendiente tiene el objetivo de conocer la República de Angola y llevar su arte el país africano porque considera y siente que su “alma está ahí”, incluso – dice – que no dudaría en quedarse allí.
La artista tiene en proyecto realizar una colección o un “fotolibro” de niñas y niños afrobolivianos. Admira al pintor Mamani Mamani, la cantautora Matilde Casazola y a su hermano que fue flautista.
“Que no sea un limitante ser distinto, todos dicen que es bueno ser distinto, pero una cosa es estar en los zapatos de una persona distinta en una sociedad excluyente que dice ser incluyente; mis sentimientos hacen ver que no hay que dejar pasar las cosas que queremos hacer”, aseguró.