Para mejorar en matemáticas, estímulos eléctricos
La matemática es una ciencia formal que mediante rigurosas deducciones tiene el objetivo enseñar, entrenar y capacitar el razonamiento humano. Teniendo en cuenta su complejidad, con el correr de los años se han aplicado distintos métodos de enseñanza para potenciar en los sujetos las habilidades en esta disciplina.
De la infinidad de propuestas, la más insólita y polémica surge desde Universidad de Oxford: de acuerdo a los investigadores, la estimulación eléctrica aleatoria a través del cráneo permite generar mayor velocidad en los cálculos mentales.
El estudio, liderado por el neurocientífico Roi Cohen Kadosh señala que la estimulación transcraneal de ruido aleatorio (TRNS, por sus siglas en inglés) es capaz de activar las neuronas en las múltiples áreas del cerebro. Si bien las primeras investigaciones datan de 2010, cuando Kadosh y su equipo demostraron que a través de la corriente eléctrica transcraneal (TDCS) los voluntarios lograban aprender y recordar un sistema numérico compuesto de símbolos desconocidos, los últimos resultados indican que la estimulación cerebral en la corteza prefrontal dorsolateral -zona del cerebro clave para las tareas aritméticas- posibilita un aprendizaje más rápido en operaciones y cálculos matemáticos.
En el estudio participaron 13 voluntarios –seis hombres y siete mujeres-, que se sometieron durante cinco días al proceso de estimulación eléctrica a través del cuero cabelludo y luego debieron resolver cálculos aritméticos. Por su parte, otros 12 participantes debieron realizar los mismos ejercicios matemáticos pero sin recibir ningún tipo de estimulación eléctrica.
Como resultado, los primeros aprendieron aritmética más rápido que los segundos. Esto se debe a que la corriente eléctrica en frecuencias aleatorias produce que las células cerebrales se exciten y sincronicen para trabajar de manera más efectiva. La respuesta neurovascular fue medida por infrarrojos que permitieron analizar el flujo sanguíneo y su relación con los golpes eléctricos.
Efecto a largo plazo
Pero uno de los hallazgos más sorprendentes de este estudio es que los cambios producidos por la inducción de la TRNS se mantienen durante al menos seis meses. Cumplido ese plazo, 12 de los voluntarios volvieron a someterse a pruebas matemáticas, esta vez sin ningún tipo de estimulación. Los seis que en su momento habían recibido golpes eléctricos fueron un 28 por ciento más rápidos en resolver los ejercicios que aquellos que nunca los recibieron.
“Esto demuestra que las sesiones de estimulación de áreas cerebrales adecuadas puede inducir mejoras de aprendizaje a largo plazo cuando se combina con un régimen de entrenamiento apropiado (…) Se puede argumentar que el rendimiento de cálculo superior en el grupo TRNS durante la prueba no se debe a la mejora a largo plazo de las habilidades aritméticas en sí, sino también a otros procesos cognitivos asociados con la función de la corteza prefrontal dorsolateral”, se explica en el estudio.
Las terapias de choque no son una novedad: se han utilizado durante mucho tiempo para tratar algunos cuadros psiquiátricos. Incluso en 2012 un equipo de la Universidad de Aberdeen, Escocia, descubrió que este tipo de terapia podría ser altamente efectiva contra la depresión. Más allá de sus supuestos beneficios, no deja de tratarse de un método más que polémico y difícil de llevar a la práctica.
(Tomado de tuDiscovery)