Alasita: más cerca del arte que de la artesanía

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Trabajos únicos y originales que están más cerca de ser arte que artesanía. Alasita no sólo es el ritual en que se compra miniaturas para que se hagan realidad. La feria también tiene otro distintivo que es ofrecer a talentosos artesanos la oportunidad de exponer sus obras ante el público masivo. En medio de “canchitas”, comida y “billetitos”, podemos encontrar arte verdadero.

Porfirio Alaro Méndez aprendió de sus padres y tíos el arte de la cerámica. Afirma que hace 15 años que expone en la Alasita y los demás días del año trabaja junto a su familia en el taller que tiene en su casa de Ciudad Satélite.

 

   

“Aprendí en la calle”, dice Germán Choque quien trabaja el alambre hace más de veinte años. En su arte predominan las motocicletas y los arácnidos, él afirma que es así porque es lo que más se vende. Su sueño es hacer una escultura de gran escala hecha de metal.

   

Duendes con pelo real de chivo y dientes de cordero es lo que ofrece desde hace 15 años Juan Álvarez. A pesar del aspecto tétrico de sus creaciones, Juan asegura que son duendes de la suerte. Álvarez, que se autodenomina  “hippie”, dice que utiliza materiales naturales en su obra.

   

“Hacemos puros trabajos religiosos”, sostiene Flavio Bayer que se dedica a la cerámica hace 7 años. A diferencia de otros, Flavio prefiere mantener su arte libre de colores, “es un acabado colonial”, dice.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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