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Crimea ya forma parte de la Federación rusa, según anunció este martes el Kremlin, minutos después de que el presidente Vladímir Putin firmase el acuerdo de anexión con las nuevas autoridades de la península, que votó el domingo en un referéndum solo reconocido por Moscú su entrada en Rusia.
Poco antes, Putin se había dirigido a una sesión extraordinaria del Parlamento ruso con un discurso lleno de referencias nacionalistas en el que calificó la entrega de la península a Ucrania en los tiempos de la URSS, en 1954, como "un robo a Rusia". "No pudimos proteger entonces a nuestro pueblo. Pero Crimea es una parte inalienable de Rusia", agregó el presidente ruso, quien pidió a la Duma que promulgue una ley para que la península pueda unirse a Rusia. Al término de su discurso, el presidente firmó con las nuevas autoridades de la península el tratado por el que Crimea se une a Rusia.
En medio de aplausos y con toda la solemnidad de la Sala San Jorge del Kremlim como escenario, Putin manifestó que respetará a todos los grupos étnicos de Crimea y que se mantendrán tres lenguas oficiales, ruso, ucranio y tártaro. "No pudimos dejar sin respuesta la petición de Crimea y de su pueblo. No ayudar a Crimea hubiera sido una traición", dijo.
El mandatario ruso negó haber desplegado tropas en Crimea "pese a tener el permiso del Parlamento" e insistió en que nunca se superó el límite de 25.000 soldados que el acuerdo con Ucrania permitía mantener en la península donde está estacionada la flota rusa en Mar Negro. Desde la caída del régimen de Yanukóvich, fueron apareciendo soldados uniformados pero sin distintivos que fueron haciéndose con todos los puntos estratégicos de Crimea. Rusia nunca ha reconocido estos soldados como suyos, aunque la inmensa mayoría de los observadores considera que son rusos.
Putin hizo referencia al ejemplo de Kosovo, la exprovincia serbia que se independizó tras una operación internacional y acusó a la comunidad internacional de doble rasero. También señaló que no pretende que se produzcan nuevas divisiones territoriales en Ucrania, en referencia al este del país, de mayoría rusófona.
Rusia y Crimea se apresuran a poner en práctica y consolidar los resultados del plebiscito del domingo en el que, según las autoridades de esta península del mar Negro, los crimeos de forma casi unánime expresaron su voluntad de integrarse a Rusia frente a un insignificante número de partidarios de seguir en Ucrania con competencias ampliadas. Antes de pronunciar su discurso, Putin informó este martes a su Gobierno y al Parlamento de la propuesta de adhesión de la región ucrania de Crimea a la Federación Rusa, apenas un día después de firmar un documento por el que reconoce a la provincia como Estado soberano.
El decreto firmado el lunes por Putin, que entró inmediatamente en vigor, incluye un reconocimiento para el "estatus autónomo especial" de Sebastopol, la ciudad crimea donde Rusia tiene estacionada a su Flota del Mar Negro.
El Parlamento de la península, en una sesión extraordinaria a puerta cerrada, votó el lunes una declaración de independencia efectiva este mismo día y facultó al primer ministro, Serguéi Axiónov, y al jefe del legislativo, Vladímir Konstantínov, para acudir a Moscú para firmar un tratado bilateral con Rusia en el que se sellará la anexión. Basándose en el resultado oficial del referéndum, en Moscú el presidente Vladímir Putin promulgó un decreto en el que reconoce a Crimea como un Estado soberano.
De acuerdo con la legalidad internacional, Crimea es una república autónoma de Ucrania y el referéndum del domingo solo es reconocido por Rusia. Resultado de las turbulencias provocadas por el Maidán (las protestas) de Kiev, la consulta fue preparada en el plazo récord de diez días y realizada en un entorno militarizado y mayormente controlado por los uniformados rusos. Los resultados proclamados suscitan serias dudas, incluso entre los convencidos de que la opción rusa (dejando aparte la legalidad ucrania) sería mayoritaria en Crimea si hubiera podido formularse en unas condiciones más sosegadas. La comunidad tártara, que constituye cerca de un 13% de la población, se había pronunciado mayoritariamente por el boicot; los ucranios, que son cerca del 24%, estaban divididos, y unidades militares ucranias bloqueadas por los rusos no pudieron y tampoco quisieron votar. Además, hubo irregularidades patentes tales como la posibilidad de votar con solo acudir a un colegio y solicitar sumarse a la lista de electores.
Por la incorporación a Rusia votaron el 96,77% de los crimeos (1.233.002 personas) y a favor de Ucrania, el 2,51% (31.000 personas), según el presidente de la comisión del referéndum, Mijaíl Mályshev, que informó del resultado oficial al Parlamento. En el referéndum habrían votado el 83,1% del censo (1.274.096 personas) y 9.097 papeletas habrían sido declaradas nulas. La victoria de la opción rusa, sin ser una sorpresa para nadie, provocó una oleada de júbilo entre los rusos de la península, que en las ciudades de Sebastopol y Simferópol salieron a la calle a celebrarlo con banderas, música y efusiones emotivas.
Los parlamentarios crimeos se dedicaron el lunes a desmontar la legalidad ucrania en Crimea para comenzar a construir su propio proyecto. Por la “declaración de independencia” de Crimea votaron 85 diputados (de un total de cien de la cámara). La “República Autónoma de Crimea” fue sustituida por “República de Crimea”. La hora de Kiev (una hora más que en España) será sustituida por la hora de Moscú a partir del 30 de marzo (tres horas de diferencia con España en invierno y dos horas en verano). El Soviet Supremo o Rada de Crimea será el Consejo de Estado o Parlamento. La grivnia será sustituida por el rublo, aunque de forma paulatina y con un plazo de circulación hasta enero de 2016. En una disposición económica, el Parlamento determinó las bases de funcionamiento del sistema de finanzas local. El flamante “Banco de Crimea” asegurará la circulación monetaria y el funcionamiento de sistema financiero y se ocupará de sustituir la grivnia por el rublo. El Ministerio de Finanzas de la república pasa a controlar las delegaciones en Crimea de la Tesorería del Estado, el Ministerio de Impuestos y la Inspección de Finanzas. En 2014, el sistema de pagos de pensiones, sueldos y servicios sociales seguirá funcionando como en Ucrania, pero el Consejo de Ministros ha pedido ayuda financiera a Rusia. A la sesión asistían varios diputados de la Duma Estatal de Rusia y el cónsul de ese país en Simferópol.
En su declaración de independencia, la república de Crimea se dirigió a la ONU y a todos los países del mundo para pedirles que la reconozcan como un Estado independiente, fundado por los pueblos de Crimea. La declaración prevé un estatus especial para la ciudad de Sebastopol, que en la Unión Soviética se sometía directamente a Moscú, y en Ucrania, a Kiev. También se ha abolido la legislación y los símbolos del Estado ucranio. La propiedad estatal de Ucrania en la península pasa a ser propiedad de Crimea. (EL PAÍS)
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