Mapamundi

Nueve de cada 10 habitantes del Litoral eran chilenos cuando se produjo la Guerra del Pacífico. Esa es la información proporcionada a Erbol por el historiador boliviano Pablo Michel. El entrevistado explicó al programa Mapamundi las razones por las que perdimos ese conflicto, que nos condenó al enclaustramiento. El puerto natural de Bolivia era Arica, y no tanto Antofagasta, Mejillones o Tocopilla. Por esa razón, el ejército boliviano combatió a los invasores más en territorio peruano que boliviano. Michel hizo también un retrato del ex presidente Hilarión Daza, culpado por la derrota de 1879.

La virulencia del conflicto entre Bolivia y Chile es funcional a ambos gobiernos.  Esa es la conclusión aportada por Sergio Molina, periodista boliviano radicado en Santiago de Chile, quien conversó con Erbol sobre las relaciones bilaterales entre ambos países. Molina señaló que mientras más ataca Bolivia a Chile, más popularidad alcanza Piñera en el electorado de su país. Molina calificó de un error grave de la política exterior chilena la retención de los tres soldados bolivianos detenidos hace poco en una zona fronteriza.  Según su criterio, la mayoría de la población del país vecino rechaza hacer concesiones a Bolivia, sin embargo, también hay un importante segmento que considera que sí debe lograrse una solución a nuestro enclaustramiento. 

Si bien Bolivia es conocido como un país relativamente seguro en comparación con otros como Brasil o México, las mujeres padecen de una violencia extrema. Bolivia es uno de los países donde más se maltrata a las mujeres. Ese fue el diagnóstico de Natasha Loazya, representante de ONU Mujeres en el país. Loayza considera que si bien en materia legal, Bolivia está muy avanzada, es fundamental que el Estado invierta en servicios de protección a las victimas de violencia en el hogar.

De acuerdo a los pronósticos de Roberto Finot, ex cónsul de Bolivia en Santiago, la socialista Michel Bachelet podría ganar las elecciones en noviembre de este año. De ser así, la Concertación volvería a gobernar Chile después de un periodo de gobierno de la llamada derecha. Finot abogó por un cambio en el sistema electoral chileno, dado que este solo favorece a las dos primeras fuerzas polítcas, dejando sin representación a las minorías.