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Celebramos un nuevo 10 de febrero, oportunidad para nuevamente escuchar trillados discursos, destacando las bondades de Oruro, inflamados de promesas, asegurando desarrollo con trasfondos electoralistas.
Acudo a redactar estas líneas, para lograr una reflexión urgente sobre un tema que debe interesarnos a todos los orureños, que incide en nuestra economía local y su perspectiva: La minería.
Semanas atrás, Oruro fue la sede de la Audiencia Pública de Rendición Pública de Cuentas del Sector Minero Estatal correspondiente a la gestión 2016; en esa oportunidad, muchos fueron los datos lanzados, datos que a mi gusto dejan más dudas que luces.
En esta ocasión el Ministro de Minería y Metalurgia Cesar Navarro al igual que el Gobernador Víctor Hugo Vásquez, ratificaron la cualidad minera del departamento de Oruro; sin embargo y como una ironía, dentro de esta audiencia, no se expuso ningún nuevo proyecto minero en Oruro (al margen de los que ya conocemos: Huanuni, Vinto, etc.); pero ningún proyecto que se haya desarrollado en las últimas gestiones o por lo menos que esté planificado.
A diferencia de lo que sucede con Oruro, en el Departamento de Potosí -según el informe-, desde pasadas gestiones se viene avanzando en la prospección y la exploración minera, para identificar nuevos yacimientos de: zinc, plata, plomo, oro y antimonio, o lo que sucede en Santa Cruz, donde se avanza en la tarea de investigación de tierras raras.
Oruro percibió y percibe de manera constante la Regalía Minera, y conforme la Ley 535 de Minería y Metalurgia, en sus artículos 81 inciso e, y 229 numeral III, establece que el 10% del monto recibido por concepto de Regalías debería ser destinado a invertir en trabajos de Prospección y Exploración Minera en el mismo departamento, con la finalidad de identificar nuevos yacimientos mineralógicos, para reponer los yacimientos que ya están siendo explotados y están en franco desgaste.
Otro dato para considerar. Por concepto de regalías mineras, el 2015 Oruro recibió Bs 87.654.435 millones, y el 2016 Bs. 76.385.936 millones, vale resaltar que sólo en este periodo, las regalías disminuyeron en un 12.86 %, lo que ahonda la preocupación, dejando la duda: ¿si no fue posible hacer labores de prospección y exploración, además de desarrollar nuevos proyectos durante la época de buenos precios y regalías, podrán ser posibles ahora?
Otras dudas: ¿Por qué el Servicio Geológico Minero (SERGEOMIN) no presentó nuevos proyectos para ser desarrollados en el departamento de Oruro?, ¿Qué está haciendo la Gobernación de nuestro Departamento con el 10% de la Regalía Minera, sino se está invirtiendo en buscar nuevos yacimientos mineros para el Departamento?
Si no se piensa en la renovación de nuestro potencial minero, están en serio riesgo proyectos como el Horno Ausmelt que requiere mayores volúmenes de estaño para llegar a las 18.000 Toneladas Métricas Finas (TMF) que se planificó, considerando que Huanuni está en serio declive en su producción y la gestión pasada sólo logro una producción de 6702 toneladas, lejos de las 9000 TMF que tenía como promedio.
La fundición de Vinto en la gestión 2016 alcanzó 13.111 TMF, muy lejos de las 18.000 TMF programadas, debido a la falta de estaño; también se debe pensar, en los volúmenes de zinc para hacer realidad y rentables las refinerías de zinc, reiteradamente anunciadas.
De no pensar en renovar nuestras capacidades económicas como departamento, la dependencia de la actividad informal (comercio) se ahondaría, considerando las previsiones negativas que se tiene para la producción y mercado de la quinua, que el año 2016 fue el principal producto exportado desde Oruro por un valor de $us 79 millones disminuirían, en un escenario donde el precio se derrumba y en perspectiva no tendría un nuevo repunte.
Alfredo J. Zaconeta Torrico
Twitter: @alfredozaconeta
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