Opinion

EL ESCUDO SEDUCE AL OJO, COLONIZA LA MENTE
Cristalografía visual
Fernando Navia
Lunes, 27 Enero, 2014 - 21:16

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El escudo actual del Departamento de La Paz es una representación simbólica del control civilizatorio, geográfico y mental ejercido por la corona española del siglo XVI. Creado como emblema y signo de la apropiación brutal de los territorios y extirpación sistemática de las emociones, sentimientos, creencias y saberes.

El escudo fue concedido el año 1555 por el rey de España Carlos V, a la ciudad de la Paz, junto con el rótulo fundacional “Nuestra Señora de La Paz”. Emblema de celebración por la finalización del conflicto de intereses territoriales que los propios conquistadores se disputaban.

La paloma en la cúspide del escudo de La Paz, con la rama de olivo en el pico significa la fidelidad a la religión católica. Fidelidad conseguida, arrancando de cuajo las creencias de la época. El yelmo es la coraza que protegía la cabeza y la cara de los soldados españoles, en función de la forma y material se definía la jerarquía y la orden a la que pertenecía, se asocia con el control por la fuerza de las armas.

La corona representa al rey y ocupa el centro del escudo, que en heráldica es la destinada a los jefes. El león es símbolo de fuerza, poder, gobierno, guardián y rey de los animales. El cordero significa docilidad, obediencia y humildad. El río la fertilidad y riqueza aurífera del río Choqueyapu.

Los escudos, como el de La Paz, deben su origen a las cruzadas y torneos medievales europeos del siglo XII,  posteriormente adoptados por reyes y emperadores como símbolo de linaje, propiedad territorial y humana en las colonias africanas y americanas que fueron entregados a regiones, ciudades y familias ricas, generalmente por el rey de España, en reconocimiento a su docilidad y retribución a la corona y de las cuales se debían obtener pruebas administrativas, jurídicas, religiosas e ideológicas que probaran tal merecimiento.

Los escudos eran dados incluso, a solicitud de los fidelizados, porque en las familias mestizas dominantes primaba el sentido adoptado de nobleza, reputación, linaje y privilegio –valores relevantes moral y socialmente en la edad media– que creían les daba poseer un escudo entregado por el rey. La posesión del mismo, era símbolo de la obediencia y en el caso de los emblemas familiares, se lucían con orgullo en la fachada y sala de casa, además de timbrar con el escudo grabado en el anillo, diversos documentos oficiales familiares.

En forma análoga, los escudos otorgados a las ciudades y provincias, como el de La Paz, se muestran con orgullo en las fachadas de las edificaciones públicas y los documentos oficiales se legalizaban con el sello del escudo, representando con ello, que la ciudad y el departamento continúan perpetuando la pertenencia al reino de España.

De ahí, la estructura en forma piramidal de los escudos: en la cúspide figuras del cristianismo, inmediatamente después, figuras con los atributos del rey y abajo, representaciones de las riquezas naturales de la ciudad o un momento histórico relevante para la corona. De este modo se organizaba el orden jerárquico, prelación y propiedad. La ciudad tributaria del escudo, reconoce con la posesión del mismo, la subordinación a éste orden.

Por otra parte, la heráldica, que es un manual de normas (semejante a la identidad visual de la comunicación corporativa actual) para el dibujo de los escudos y que alcanza su apogeo en el siglo XII y continuaría hasta la actualidad, define la forma, composición, colores, estilo, actitud de las figuras, tamaño y ubicación de cada elemento entre sí y en el conjunto. Es un sistema cerrado, que sólo permite la lectura del contenido de las figuras del escudo a través de expertos en heráldica y genealogía. La heráldica, subsidiaria de la historia, es el soporte ideológico y normativo del diseño de los escudos, que sirve como doctrina para que el dibujo de los escudos se realice en forma exclusiva, por órdenes de oficios artísticos al servicio de la corona.

Cada una de las figuras y el escudo como totalidad, poseen un significado definido por la corona, en función de su interés económico y político que será formalizado por la heráldica. Formas y figuras asimiladas de la cultura egipcia, griega y romana, entre otras y sincretizados posteriormente por el cristianismo.

Dependiendo del rey, su linaje y el grado de adscripción a un determinado orden religioso se definían las figuras y su ubicación en el escudo y algunos significados quedaban regularmente en reserva, porque era común, que una figura tuviera más de un significado y algunos de ellos encriptados para ser decodificado por un cierto estamento.

Los escudos llegaron desde el imperio y se entregaron a ciudades del continente americano por su lealtad, fidelidad, docilidad y servidumbre a la corona, regularmente en procesos fundacionales, permaneciendo vigentes como símbolos y emblemas de La Paz, Santa Cruz, Potosí y Chuquisaca, entre otros.

El feroz león enfrentando a la dócil oveja en el escudo de la ciudad de La Paz, la temible águila bicéfala en el escudo de Potosí, cabezas decapitadas en el escudo de Chuquisaca o la cruz potenzada, símbolo de las cruzadas en el escudo de Santa Cruz, ¿no son señales y signos anclados en la mente de los subyugados?¿Signos de sumisión y servilismo voluntario? ¿no son señales que perpetúan la dependencia?