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El mismo día en que la Policía desplegó 350 efectivos para hallar a la niña Camila en La Paz, la organización de familiares de personas desaparecidas marchó en Santa Cruz exigiendo a las autoridades que actúen con más efectividad para encontrar a sus seres queridos.
Entre los movilizados abundan las historias de madres que están a obligadas a buscar por su cuenta a sus hijos, debido a que la inacción de las autoridades las dejó desamparadas.
Entre ellas estaba Lily, mamá de la joven Juliva Nina Ramos, una estudiante de la UPEA que desapareció en julio de 2014 cuando fue a clases. Ahora su progenitora teme que sea víctima de trata de personas. “Nosotros buscamos solas en los prostíbulos a nuestras hijas”, dijo la mujer en llanto.
Ramos aseguró que, cuando exige a la Policía que actúe para encontrar a su hija, los uniformados le piden dinero para su “pasaje” o le dicen que se fue con un hombre.
“Ya es mayor de edad, se ha debido ir con su novio, ya debe tener su marido”. Esas son las excusas que, según la madre de Juliva, escucha de los efectivos.
En la marcha también estuvieron familiares Dayana Algarañaz, quien despareció en junio del año pasado en Santa Cruz, cuando asistió a la universidad.
“Un año y más va a ser y hasta ahora no se sabe nada de ella, no sé si es la justicia o qué pasa. Las autoridades no hacen nada. Son varias niñas que han desaparecido y necesitamos que las autoridades se hagan cargo de este asunto”, manifestó la tía de Dayana.
La marcha pasó por la Brigada parlamentaria cruceña, la Fiscalía, el Palacio de Justicia y el Comando de la Policía, en busca de que alguna autoridad escuche su desesperación.
Eva Morales, del Consejo Departamental de Trata y Tráfico, indicó que se acordó con los familiares hacer una reunión para planificar accione, respecto a esta problemática.
Explicó que el objetivo es integrar la acción de la Policía y los ciudadanos ante una situación de desaparición, aunque advirtió que existe la necesidad de que haya mayor presupuesto para este tema.
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