Urbanización de tierras beneficia más a especuladores y no a necesitados

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De $us 10 subió a $us 50 el metro cuadrado
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El proceso de regularización de las manchas urbanas en las ciudades capitales e incluso intermedias del país derivó en un proceso de acaparamiento y especulación. En la actualidad un metro cuadrado de terreno oscila entre 10, 30, 50 ó más dólares, situación que limita a los verdaderos necesitados para construir sus viviendas, según dos especialistas.

 

Los investigadores Juan Cabrera, docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y Escarlet Torrico, del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), coincidieron en afirmar que la transformación de tierras rurales en urbanas, como manda la Ley 247 de Regularización del Derecho Propietario sobre Bienes Inmuebles Urbanos destinados a Vivienda, afecta a las familias más pobres y deriva en un crecimiento sin planificación.

 

“La posibilidad de ampliar la mancha urbana (…) como está dispuesta en la Ley (247) finalmente es la que está generando mayor especulación del suelo y creo imposibilita la compra. La gente que no tiene recursos económicos que antes podía adquirir un terreno rural, hace un año atrás, con 10 dólares el metro cuadrado, con la inclusión de las áreas a las manchas urbanas automáticamente el terreno llega a costar desde 20, 30, 40, 50 ó más dólares. Entonces, básicamente es impedir a la población que no tiene dinero en la adquisición de terrenos”, afirmó el catedrático.

 

Explicó que las ciudades intermedias, al igual que en las capitales, están creciendo sin planificación y aprovechado por loteadores. Las tierras rurales se convierten en urbanas, bajo el amparo de la Ley 247 de Regularización del Derecho Propietario sobre Bienes Inmuebles Urbanos destinados a Vivienda.

 

“Los elementos que define el precio del suelo son la ubicación, el equipamiento, los servicios y la calificación de los municipios. En la investigación de la zona norte de Quillacollo, (Cochabamba), por la zona de Bella Vista y Liriuni el metro cuadrado costaba siete dólares, pero bajo la información de que el lugar será urbanizado ahora subió a 50 ó 60 dólares el metro cuadrado”, argumentó.

 

La capital cruceña tiene 38.000 hectáreas de superficie urbana, pero según los últimos datos, se aprobó su expansión a 63.000 hectáreas. Menos de 30.000 hectáreas no tienen asentamiento lo que generará grandes negocios de tierras para los que tienen dinero y sólo por el hecho del cambio de uso del suelo.

 

Poblaciones urbanas

 

Por su lado, Torrico manifestó que más del 65 por ciento de la gente vive en el perímetro urbano, incluso la mayoría de personas que se identifican como indígenas. Todo ello genera un crecimiento acelerado de urbanizaciones desde poblaciones con más de 5.000 habitantes y hasta en las ciudades capitales.

 

“Tenemos una Bolivia urbana, pero a la vez tenemos a la población en condiciones en las que no tiene servicio. Los sistemas de transporte se han vuelto caóticos y ese es el meollo del asunto de (ver) cómo resolver pero de perspectiva nacional”, dijo.

 

Cabrera recordó que la ciudad de Santa Cruz ocupa 38.000 hectáreas de terrenos, en los últimos años duplicó su superficie. Cochabamba tiene 10.000 hectáreas, La Paz se mantiene, pero El Alto también se desarrolló; Tarija 8.000 hectáreas y Sucre 8.500 hectáreas, según los últimos datos.

 

No hay política urbana y los municipios pueden hacer “lo que les dé la gana” y también lo que pueden. La falta de servicio básico en Cochabamba hace que el 30 por ciento consuma agua tratada y el 70 por ciento se alimente de pozo; entonces los municipios extienden las manchas urbanas a algunos especuladores que cada día son más ricos, explicó el universitario.

 

De acuerdo con los técnicos, la situación es grave, las ampliaciones de las áreas urbanas a las rurales de las ciudades capitales del país, como indica la Ley 247, más beneficia a especuladores de terrenos y no realmente a los verdaderos necesitados de una superficie para construir su hábitat.

 

“Para que esos terrenos agrícolas se conviertan en urbanos, tienen que ser movidos por intereses económicos e incluso siendo dotados por la Reforma Agraria (de forma gratuita) con tres hectáreas que se pueden volver de noche a la mañana ricos; (situación) que está pasando de manera grave a nivel nacional”, según Cabrera.

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