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Miembros de la familia Garabito Medina de Potosí llegaron a La Paz con una bolsa llena de documentos legales y la esperanza de que autoridades nacionales escuchen sus pedidos de proteger a sus niños.
Desde hace tres años esta familia pasa un vía crucis en procesos, pericias y papeleo ante la Defensoría de la Niñez de Potosí, Fiscalía y juzgados con la intención de resguardar los derechos de los cinco hijos de Emilio Garabito.
Luis Gustavo Garabito, hermano de Emilio, y su madre Leonor llegaron a La Paz para denunciar ante el Viceministerio de Transparencia las irregularidades en estos procesos.
Ellos relataron que comenzaron su búsqueda de justicia por el año 2014 cuando se enteraron que la hija mayor de Emilio había sido víctima de agresión sexual en la casa de su madre. Los agresores serían sus primos.
Según Luis Gustavo, la menor había callado la agresión porque su madre, de iniciales M. C., la amenazó con quemarla con una vela si denunciaba el hecho.
Buscaron justicia, sin embargo, las autoridades judiciales cerraron el caso por la agresión sexual al no poder establecer la edad de los acusados al momento del crimen.
Sin embargo, la familia continuó en su misión de precautelar a la niña y logró que la madre sea encarcelada por las amenazas que hizo. Sin embargo, aceptaron que salga libre porque estaba embarazada, según Luis Gustavo.
También emprendieron un proceso contra el hermano de la mamá de los niños, porque la agresión sexual tuvo lugar en su casa. Lo acusaron de incumplimiento de deberes toda vez que era funcionario de la Defensoría de la Niñez y no denunció el caso. Ahora la familia teme que este proceso sea cerrado.
Los problemas también llegaron a los otros niños. La familia Garabito rechaza que las otras dos hijas de Emilio vivan con su madre porque aún estarían expuestas a las mismas circunstancias y agresiones que sufrió su hermana mayor.
Incluso denunciaron violencia contra las niñas y la Fiscalía otorgó medidas precautorias contra la madre.
Una de las niñas, que tiene cinco años, prefirió quedarse con la familia de su padre. Sin embargo, la familia denuncio que una juez ha ordenado que devuelvan la menor a la madre, lo cual debería hacerse este 22 de junio.
Los Garabito se niegan a entregar a la niña, primero porque ella no quiere y segundo porque pretenden cuidarla. Luis Gustavo aseveró que la menor estaba en condiciones lamentables de alimentación y salud en manos de su madre.
La situación de la otra menor de seis años también preocupa a la familia. Una psicóloga del Ministerio Público determinó que esta menor padece de depresión severa.
A eso se suma la situación de uno de los hijos varones, quien tiene parálisis cerebral. Luis Gustavo relató el niño fue sometido a una cirugía exploratoria antes de cumplir un año y una auditoría del Inases determinó que el procedimiento era incorrecto.
Iniciaron un proceso contra los médicos que le hicieron la operación al niño, sin embargo, Luis Gustavo denuncio que la madre protege al principal cirujano y éste, a su vez, hace de testigo en el proceso contra la madre.
A decir de los Garabito, las autoridades en Potosí favorecen erróneamente con informes a la madre de los menores sin tomar en cuenta la mejor alternativa para los niños. La denuncia presentada ante el Viceministerio describe nueve irregularidades en la actuación de la Defensoría de la Niñez.
A pesar de los obstáculos, la familia Garabito Medina sigue en busca de justicia. Luis Gustavo dio un mensaje a las personas que tienen una situación similar a la suya: “A veces se ve en la tv atrocidades que pasan con las menores. La justicia es así, pero no desmayen, sigan peleando en ese camino. Se encontrarán con calumnias, injurias, injusticias, pero hay que seguir”.
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