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El precio del látigo está entre 8 y 25 bolivianos
Los padres usan cada vez menos el Kimsa Charani
Kimsa Charanni.Foto: Internet


Miércoles, 18 Marzo, 2015 - 21:13

Kimsa Charani (látigo de cuero trenzado con tres puntas), también conocido como “Pedro Moreno” o “Martincito”, que saca lo malo y mete lo bueno, fue archivado en los últimos años, en el baúl de los recuerdos familiares porque los niños ya no tienen el mismo temor que hace 20 ó 30 años.

Encorvado y con ojos hundidos, con una lagaña en el ojo derecho, Hugo Laruta Callizaya de (80) contó a Erbol que el Kimsa Charani fue adquirido por su madre y terminó dándole el uso su padre para “educarlo” a latigazos.

“El látigo de tres puntas estaba en la puerta de ingreso de su cuarto, era sagrado en su casa y nadie podía tocarlo más que su progenitor. La última vez que me azotó (mi papá) fue por haber jugado futbol con zapatos, tenía 16 años”, recordó Callizaya, que es el menor de nueve hermanos.

Por su parte, Augusto Núñez (60), que vive en Sucre, dijo que una vez su padre lo azotó a las cuatro de la mañana porque día antes hizo una “travesura”.

Ramiro Oblitas agregó que en una ocasión escondió el látigo de cuero en un baúl que estaba debajo de su catre.

Valentín Cuba (75) de la provincia Franz Tamayo de La Paz afirmó que los azotes que recibió de parte de su padre lo ayudaron a emprender una mejor vida familiar y sugirió que se debería seguir usando el Kimsa Charani para la “educación” de los niños.

El Kimsa Charani es comercializado en diferentes mercados de la ciudad de La Paz, pero desde hace 10 años, aproximadamente, éste material fue desapareciendo en los puestos de venta aunque su comercialización persiste en algunos sitios, como la calle Santa Cruz.

María Siles, que vende el Kimsa Charani desde hace diez años, aseguró que los papás adquieren este instrumento “para los niños malcriados, cuando al niño o la niña le das unito (un azote) cambian de actitud”. Asimismo, explicó que hace cinco años vendía entre cinco Kimsa Charanis al día, pero ahora solo vende uno, en el mejor de los casos.

El látigo es de cuero de vaca (blanco) y de llama (gris). Su precio oscila entre 8 y 10 bolivianos cuando su medida no supera los 50 centímetros de largo, en cambio los que miden más de 70 centímetros cuesta 15 bolivianos y los que alcanzan un metro valen 25 bolivianos.

Hay más demanda a inicio de clases

Nora Cabrera, otra vendedora asentada en la calle Santa Cruz, manifestó que los papás compran más el Kimsa Charani a inicio de cada gestión escolar. “Hay venta cuando empieza las clases y también en la época de reprobación (al fin de año)”, apuntó.