Villena es elegido como Vicepresidente de la FIO

La XVIII Asamblea General de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) eligió al Defensor del Pueblo de Bolivia, Rolando Villena, como el Vicepresidente de ese organismo que agrupa a representantes de 20 países de América, España y Portugal.

El nombramiento de Villena fue aprobado por consenso por los participantes de la Asamblea y corresponde al periodo 2013-2015  que asumirá una nueva directiva conducida por el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, Raúl Plascencia Villanueva.

“Esta responsabilidad es la más alta que, a nivel internacional, se le ha asignado a la Defensoría de Bolivia en sus quince años de existencia y constituye un reconocimiento al trabajo silencioso pero efectivo que hemos realizado en la gestión y que se ha caracterizado por la visión integral de los derechos humanos, la vigilancia permanente para que en la construcción del Estado Plurinacional se los respeten y garanticen y el trabajo incansable por las poblaciones con derechos más vulnerables especialmente las mujeres y los niños; todo en un marco de independencia y respeto a la institucionalidad”, afirmó el Defensor, quien retornó al país luego de participar en el encuentro de la FIO.

Ser parte de la nueva directiva de ese organismo, acotó, es un desafío para aportar a la consolidación de las instituciones defensoriales que hoy suman 18 en nuestro continente y dos en Europa. En esta reunión, precisó,  se incorporaron Brasil y Uruguay, constituyéndose en sí misma como la institución más representativa de la defensa de los derechos humanos en el continente.  

“Tenemos el reto de consolidar a la FIO como un referente ineludible en las deliberaciones de los organismos del sistema internacional de derechos humanos, pero además ha determinado constituirse en una entidad de observación, protección y vigilancia del fortalecimiento, independencia y respeto a las Defensorías del Pueblo de toda la región”, indicó Villena.

Este espacio permitirá llevar adelante un proceso de fortalecimiento de la Defensoría del Pueblo  a través del intercambio de experiencias, la implementación de proyectos conjuntos y la relación más dinámica y efectiva entre las entidades pares en el continente, a partir de la evidencia que la defensa de “los derechos humanos es un asunto que no puede tener fronteras y que hoy más que nunca precisa de instituciones fuertes, independientes, sólidas, unidas y eficientes que puedan hacer de los derechos humanos una realidad de vida y un instrumento para alcanzar los ideales de igualdad, justicia y desarrollo que tanto esperan los bolivianos y las bolivianas”.