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Los pobres y las madres fueron los aspectos principales que destacó el Papa Francisco en el emotivo mensaje que brindó ante los miles de feligreses que se congregaron en la zona de Cristo Redentor en Santa Cruz para presenciar la misa oficiada por el Santo Padre.
“En un corazón desesperado es muy fácil que gane espacio la lógica que pretende imponerse en el mundo de nuestros días (…) Una lógica que pretende dejar espacio a muy pocos, descartando a todos aquellos que no ‘producen’, que no se los considera aptos o dignos porque aparentemente ‘no nos dan los números’. Jesús una vez más vuelve a hablarnos y nos dice: No es necesario que se vayan, denles ustedes de comer”, expresó el Pontífice.
De igual manera hizo referencia a las madres de familia, por quienes se siente conmovido porque llevan en sus hombros “el futuro y la vida de su gente”.
“En estos días, pude ver a muchas madres cargando a sus hijos en las espaldas (…) Llevando sus motivos de alegría, sus esperanzas (…) Pero también cargando sobre sus hombros, desilusiones, tristezas y amarguras, la injusticia que parece no detenerse y las cicatrices de una justicia no realizada (…) Ustedes llevan sobre sí la memoria de su pueblo”, manifestó el Pontífice.
A las 9.30 aproximadamente, el Santo Padre llegó a la zona de Cristo Redentor a bordo del papamóvil. Como era de esperarse, miles de feligreses lo esperaron desde la madrugada y, al verlo llegar, flamearon sus banderas y rompieron en gritos de ovación y aplausos.
Luego bajó del vehículo y caminó hacia el altar preparado por las autoridades de la Iglesia Católica y mientras caminaba recibió el abrazo de algunas religiosas que salieron al paso a recibirlo. Un coro y una orquesta sinfónica brindaron sus mejores melodías durante la misa papal. Después de las palabras del Santo Padre, se desarrolló la comunión con los asistentes.
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