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El hombre más longevo del mundo, Carmelo Flores, de 123 años, se encuentra enfermo y postrado en su casa de la provincia Omasuyos de La Paz y ya no reacciona ante la presencia de sus familiares, informó su nieto René Flores.
“Simplemente respira, ya no te mira, ya no reacciona”, dijo René en contacto con la Red ERBOL.
El nieto aseveró que su padre está al cuidado del anciano. Indicó que desde la anterior semana, su abuelo ya no se puede parar y necesita de ayuda para trasladarse.
Recordó que el longevo llegó a la sede de gobierno hace dos semanas para recibir atención médica en el hospital Arco Iris, donde le dijeron que había mejorado, por lo cual volvió al campo.
De vuelta en su comunidad, llamada Frasquía, intentaron sanarlo con medicina natural. “Le hemos curado con nuestras hierbas y nada”, añadió René, quien expresó su deseo de que se envíen médicos hacia la vivienda de su abuelo para atenderlo.
“Yo quisiera que viva unos dos años más”, manifestó.
La promesa de Evo
Durante una visita realizada en año pasado, el presidente Evo Morales prometió al anciano que le construiría una vivienda. El nieto de Flores afirmó que faltan detalles para que se termine la casa y sea entregada al beneficiado.
Agregó que su abuelo ya quería dormir en esa vivienda, pero esa solicitud fue negada bajo el argumento de que ensuciaría el inmueble. “Mi abuelito ahora ensucia como niño. (Por eso) nos han hecho esperar todavía”, apuntó.
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