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Exfuncionarios de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) acusaron a la directora Ejecutiva de esta institución, Ivette Epizona, de haber tenido un trato despectivo, discriminatorio y de maltrato hacia ellos, además de que demostró repulsión y rechazo hacia los indígenas y campesinos que se presentan en las oficinas de esta entidad estatal o asisten a actos públicos oficiales.
La primera denuncia fue dada a conocer de forma anónima, el 22 de septiembre del año pasado a la Jefa de la Unidad de Transparencia del Ministerio de Economía, Jessica Crespo, en la que se informa que Espinoza maltrataba verbalmente a los funcionarios, emitiendo críticas “despectivas” al trabajo que realizaban los mismos.
Los servidores públicos aseguraronn en la nota que la directora Ejecutiva gritaba a los responsables de comunicación durante las reuniones, gritos que se escuchaban hasta los pasillos.
“En más de una oportunidad señaló que la ASFI no es como cualquier ‘ministerito’, donde trabajan personas oportunistas y políticas (…) Se tienen que ubicar, ASFI no es político, tiene un rango superior a cualquier entidad, por lo tanto las personas que trabajamos aquí, debemos oler y vestirnos bien, no como en otros lugares”, cita la nota.
La misiva continúa y relata que Espinoza exige utilizar el ascensor sola y antes de subir a éste, obliga a los auxiliares a colocar ambientador en el interior del mismo, “porque no soporta los olores de la gente”.
Asimismo se denuncia que el conductor del vehículo oficial es frecuentemente “abusado”, porque Espinoza le exige que, sin importar el lugar, debe bajarse del vehículo y abrirle la puerta para que ella baje o suba del motorizado.
Al notar que no hubo respuesta, los funcionarios públicos, nuevamente de forma anónima, presentaron su denuncia a la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa el 16 de diciembre de 2015.
En esta segunda nota los denunciantes detallaron que Espinoza constantemente les dice a sus subordinados que la ASFI “está por encima de todos, que es un lugar donde sólo puede trabajar gente con buena educación, que vista bien (…) donde es imposible que las organizaciones sociales tengan pisada en las oficinas”.
Los exfuncionarios aseguraron que “sus actitudes demuestran que es una discriminadora” y que “su actual equipo de comunicación sufre las arremetidas de sus aires de grandeza todos los días, pues en todos sus actos debe ir una persona o más para ver dónde debe sentarse, al lado de quién y elegir un buen lugar, donde las autoridades superiores, como el Presidente o Vicepresidente, la vean y que a su lado esté una persona decente, refiriéndose a que ésta no sea un campesino, pues le molesta mucho los malos olores”.
En ambas denuncias, los funcionarios sostuvieron que en los últimos meses al menos 50 personas renunciaron a causa de estos supuestos maltratos. En otra misiva, presentada también en diciembre, un funcionario que cumple funciones como Analista Coordinador de Procesos Técnicos señaló que Espinoza lo maltrataba llamándolo de su apellido en forma despreciativa, sin tomar en cuenta su grado académico ni el puesto que ocupa.
Finalmente, los servidores públicos reclamaron porque la Directora de la ASFI anuncia su llegada a las oficinas de esta entidad con una sirena, para obligar a los vehículos que circulan por el lugar se detengan y le den paso.
“Recordamos cuando esta señora se negaba a aportar al partido político diciendo que ella estaba en la institución por su profesionalidad y no por partidos políticos y ahora exige los aportes y se da de gran masista queriendo estar en la testera donde está con el Presidente (Evo Morales) haciendo creer que es parte del proceso de cambio (…) Además cuenta con una asesora de imagen que le dice cómo vestir, cómo peinarse y qué color de lentes de contacto debe utilizar”, cita la denuncia.
Versión de Espinoza
Por su parte, la directora Ejecutiva de la ASFI negó las sindicaciones y aseguró que siempre mantuvo un buen trato con sus compañeros de trabajo, además de que promovió la contratación de mujeres en el personal, por lo que no se la puede acusar de discriminación, dijo.
“Me llama mucho la atención este tipo de denuncias, de comentarios, porque no hacen a mi forma de ser. Creo que en el tiempo que he estado en la Superintendencia y la ASFI me he caracterizado por reclamar justicia”, aseguró Espinoza en entrevista con ERBOL.
Según Espinoza, quienes realizaron estas denuncias son personas que “no quieren trabajar ni pudieron integrarse de manera óptima al equipo de trabajo de la ASFI”. Dijo que son funcionarios que no aceptaron las diferentes llamadas de atención por el supuesto “mal trabajo” que realizan y asumen estas amonestaciones como malos tratos.
“Son denuncias de gente que no trabaja, la verdad, nosotros hemos hecho una encuesta y el 85% de los funcionarios ha declarado lo contrario, han dicho que el trato es el adecuado (…) En los últimos meses sólo tenemos registradas 14 denuncias”, mencionó.
Asimismo negó las acusaciones sobre las exigencias en el uso del ascensor, la calle y el protocolo que se debe seguir para ella en actos oficiales. Afirmó ser una persona “inclusiva” que constantemente conversa con sus compañeros de trabajo en un ambiente cordial y hasta anecdótico.
“Además yo no trabajo directamente con los funcionarios, trabajo con los directores, es imposible que digan que yo les grito. Con respecto a las organizaciones sociales, las acusaciones son falsas, nosotros sí los atendemos porque es un pedido que nos ha hecho el Presidente”, aseveró.
Mientras se realizaba la entrevista, el padre de familia de una funcionaria de la ASFI se comunicó con ERBOL y aseguró que su hija le relata frecuentemente los malos tratos de los cuales es víctima en esta institución.
“Es una pena que una institución del Estado se maneje de esta forma, mi hija me cuenta que en su oficina hay un griterío total, que no paran de gritar a los funcionarios”, expresó.
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