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La jueza Patricia Pacajes, cuestionada por el caso Alexander, se declaró una víctima y afirmó que la drogaron cuando fue grabada revelando que el médico Jhiery Fernández es inocente. Culpó de ese delito a un presunto exagente de la DEA (Administración para el Control de Drogas, de Estados Unidos).
“No sabia (de la grabación). Me han drogado, me han drogado”, dijo Pacajes la noche del sábado, al presentarse en la Policía para presentar una denuncia. “Me ha drogado porque él se identificó que es exagente de la DEA”, agregó.
Pacajes está envuelta en una polémica porque en la grabación sostiene que no había violación contra el bebé Alexander y, bajo presión, ella redactó la sentencia que condenó a 20 años de cárcel al médico Fernández.
Dijo que el hombre responsable de la grabación, a quien ya identificó como Romel Cardozo, es una persona sumamente peligrosa y que tiene armas. Dijo que ya debería estar aprehendido.
“Tengo miedo de mi vida, de mi familia. De noche tengo que venir a sacar denuncia. Pido garantías contra él, tengo miedo, es peligrosa esa persona”, sostuvo.
En enero de 2014, Romel Cardozo fue encarcelado cuando en un allanamiento a su casa encontraron armas, municiones e insumos militares. Entonces fue presentado como un exagente de la DEA. Aseguró que tenia licencia para el armamento y fue dejado en libertad en abril de ese año. Pidió resarcimiento porque a su criterio no le demostraron las acusaciones, según público aquella vez El Diario.
Pacajes sostuvo que fue victima de una asociación delictuosa que, mediante ella, pretende afectar al fiscal departamental Edwin Blanco. “Tiene que investigarse y detenerse a ese tipo, yo he caído en esa red de asociación de delincuentes. Él maneja armas, imagínese, mi vida corre peligro, de mi familia”, agregó.
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