Seguridad
Confirman muerte de 1 policía, 2 militares y un médico
Gobierno: en Apolo hubo una masacre; Cocaleros: ‘se dispararon entre ellos’
Entierro del policía Jhonny Reynaldo Quispe Chura, una de las víctimas de Apolo.


Lunes, 21 Octubre, 2013 - 23:47

 

Dos militares, un policía y un civil son las cuatro víctimas fatales de Apolo. El gobierno boliviano calificó lo sucedido como una masacre ejercida por parte  de grupos vinculados al narcotráfico contra los erradicadores; mientras la dirigencia de los cocaleros en conflicto aseguró que entre los uniformados se dispararon.

La mañana del sábado 19 de octubre, la comunidad de Miraflores, ubicada en el municipio de Apolo, se convirtió en el escenario de un violento hecho que inicialmente dejó sin vida al subteniente Oscar A. Gironda Porrez (militar), quien murió por el impacto de un proyectil de bala.

El domingo, uno de los heridos de bala (el policía Jhonny Reynaldo Quispe Chura) que llegó todavía con vida hasta la Clínica Rengel de La Paz, no resistió más la magnitud de sus lesiones y también falleció.

Hasta entonces había dos efectivos muertos, pero todavía se desconocía el paradero de cuatro personas de la Fuerza de Tarea Conjunta.

Durante la jornada de este lunes, tras un intenso rastrillaje por la zona, se logró ubicar con vida a dos de los cuatro reportados como desaparecidos (teniente Triveño y el coronel Miguel Ángel Mercado). 

En horas de la noche, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, convocó a una conferencia de prensa para informar que los restantes dos desaparecidos (suboficial primero de la Armada Boliviana Willy Yucra Mamani y el médico Michel Olivares Alba) también fueron encontrados, pero ya sin vida. 

“En este momento (20.30) los cuerpos de estas dos personas están siendo trasladados hacia Apolo en camillas improvisadas porque fueron encontrados en una topografía muy compleja. Presumiblemente, el suboficial Yucra fue asesinado por arma de fuego con un proyectil que ingresó por su frente”, afirmó Romero.

La autoridad gubernamental enfatizó que se trata de dos nuevas víctimas fatales de este hecho “criminal, sangriento, violento” y provocado por un grupo de personas ligado a la actividad del narcotráfico.

“No vamos ha descansar hasta dar con los  autores materiales, intelectuales y los corresponsables de estos asesinatos; es ya una masacre, (hay) cuatro muertos; es la primera vez que el Estado ingresa a esta zona de Apolo y estos son los costos de la decisión (de erradicar la coca ilegal) en el lugar”, lamentó.

Dirigente cocalero desmiente versiones del Gobierno 

El dirigente de los cocaleros de Apolo que se resisten a la intervención de la FTC, Humberto Flores, dijo a la Red ERBOL que todas las versiones del Gobierno son falsas y los muertos son resultado de una supuesta balacera entre los propios uniformados que habrían ingresado a las casas de Miraflores rompiendo puertas, ventanas y “manoseando” a mujeres.

“Es increíble el viceministro Jorge Pérez y el ministro Carlos Romero, no tienen conocimiento de nada de lo que realmente pasó, sólo hablan mentiras y más mentiras, por eso en Apolo la gente está cansada, creo que es hora de que la verdad salga, pero nunca vamos a aceptar que un Ministro nos acuse de narcotraficantes, que estamos (relacionados) con peruanos, basta de mentiras, se los vamos a decir en su cara, vamos a poner todos nuestros carnets para ver si encuentran entre nosotros a algún peruano”, aseveró.

Según la versión de Flores, los erradicadores ingresaron a las 05.00 del sábado a las casas de los productores quitándoles incluso los pantalones y la ropa interior de las mujeres.

 “Han quitado sus pantalones a las mujeres, les han quitado sus ropas interiores, las golpearon, las pusieron armas del Ejército en la boca para que hablen, las patearon, incluso a una señora que dio a luz recientemente la levantaron de la cama, la hicieron caer, la botaron afuera, a su bebé de dos días casi lo matan con los gases lacrimógenos”, aseguró.

Indicó que los pobladores de la zona, al ver que los efectivos estaban “manoseando” a las mujeres, quitándoles sus pantalones, hicieron reventar un petardo, que es la señal de la comunidad para que la gente automáticamente se reúna en el colegio de la zona. Afirmó que el profesor de la comunidad es testigo de todo esto que ha pasado.

“Cuando ellos (los erradicadores) llegaron rompiendo puertas y ventanas, la balacera corrió del lado de los policías, parecía que eran balines, pero habían sido balas de guerra, entonces, las balas caían como granizo en todo lado, no había donde más esconderse, al final de cuentas, se dispararon entre ellos cuando las mujeres estaban en contra de la pared y las insultaban diciendo ‘ahí está el premio enviado por su gobierno’, al final hubo una pelea entre ellos, porque se pusieron a discutir entre ellos, decían vos has disparo, que yo te dije que no dispares, o sea que se echaron la culpa entre ellos, entonces, es ahí donde ocurrió este problema, es mentira de que los comunarios estaban armados”, enfatizó.

Apuntó que si realmente los comunarios hubieran estado armados, los uniformados, cuando ingresaron a las casas, podrían haber encontrado al menos un arma de fuego o municiones.

Respuesta del ministro Romero  

Frente a las aseveraciones del dirigente, Romero insistió que en este caso estamos hablando de crimines violentos y alevosos  que premeditadamente masacraron a los uniformados.

“Nada puede justificar estos delitos. Algunos dirigentes se pronunciaron que la policía, los militares, ingresaron a los domicilios; falso, falso, que ellos han provocado, que se han disparado entre militares, absolutamente falso; nadie debe asumir defensa, encubrimiento a estos criminales, aquí hay un Estado que va actuar con firmeza y continuará con las tareas de lucha contra el narcotráfico en esta región del país”, sentenció.

Heridos

Al margen de los cuatro muertos de la FTC, hay 14 heridos de bala y 15 policontusos.

Un sobreviviente habla de encapuchados 

El policía Félix Moreira (29) es uno  de los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta que sobrevivió a los luctuosos hechos registrados en Apolo durante el fin de semana y dio a conocer su versión a través de ERBOL desde el Hospital Agramont de El Alto, donde se recupera de una herida de bala en la pierna y de otra lesión provocada por un machete en su mano. 

Moreira recordó que a las 04.00 del sábado los erradicadores se constituyeron en la comunidad Miraflores, donde desembarcaron de los vehículos y primero su comandante, el coronel Mercado, quiso dialogar con los lugareños, pero ellos se rehusaron a conversar y sólo respondieron lanzándoles piedras, palos y otros elementos.

“Después más adentro, a las 07.00 ya empezamos a trabajar y en uno de esos momentos estábamos entre un grupo de varios policías y de pronto le llegó en el abdomen de uno de mis camaradas (Jhonny Reynaldo Quispe Chura, quien luego murió en un hospital de La Paz) el impacto de una bala, después a otra bala impactó contra el cuerpo de otro de mis camaradas, yo estaba yendo a auxiliarlos y a mí  más me llegó otro impacto de bala en la pierna derecha”, relató.

Agregó que luego se percató que fueron rodeados por unos sujetos con máscaras negras, “no se notaban sus rostros, estaban cubiertos y nos empezaron a quitar nuestros equipos, como lanza gases, no podíamos escapar y en ese momento sentí un machetazo en mi mano derecha”.

Señaló que los encapuchados no parecían ser del lugar porque actuaron con saña e incluso torturaron a uno de los policías que ahora está muerto pese a que el uniformado ya se encontraba desmayado en el piso.

Aprehendidos 

13 personas fueron aprehendidas hasta el momento. 10 fueron capturadas en Apolo (5 de la comunidad de Miraflores) y tres en la ciudad de La Paz (los hermanos Gregorio, José y Germán Cari Contreras). Si están involucrados en los asesinatos no hay posibilidad que los aprehendidos eludan la acción de la justicia, afirmó Romero.

Vínculos con peruanos 

El Gobierno vinculó a los cocaleros que resisten la acción de la FTC con súbditos peruanos. Romero incluso dijo que los hermanos Cari ahora tienen que explicar ante los fiscales las supuestas reuniones que habrían sostenido con siete peruanos en la localidad de San Fermín, en la frontera con Perú, a principios de octubre. 

Nueve delitos tipificados 

Los aprehendidos, que al momento se encuentran en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz, fueron denunciados por asesinato; secuestro; tortura; vejaciones; asociación delictuosa; lesiones graves y gravísimas; uso indebido de explosiones, municiones y armas.