Seguridad
“Me quieren y me necesitan preso”, dijo
Leopoldo Fernández siente que su sentencia está decidida
Leopoldo Fernández cumple detención domiciliaria desde 2013. Foto: ERBOL.


Lunes, 10 Agosto, 2015 - 12:46

El exprefecto de Pando, Leopoldo Fernández, dijo que siente que su situación jurídica ya está decidida respecto a su presunta responsabilidad en el caso Porvenir, por lo que la sentencia en su contra es ya un hecho. Fernández brindó una entrevista a ERBOL en el domicilio ubicado en Cota Cota, de la zona Sur de La Paz, donde cumple su arresto domiciliario desde febrero del año 2013.

La exautoridad aseguró que desde el inicio de la investigación en el caso, el Gobierno de turno montó una estrategia para someter al poder judicial y así lograr que la responsabilidad de los hechos violentos apunte en su contra.

El 11 de septiembre de 2008, un grupo de campesinos se enfrentó con funcionarios de la Prefectura de Pando. Según un informe de la ONU, al menos 11 personas murieron, 9 del bando de los productores y 2 afines a Fernández.

“En los hechos es probable que aún no se haya dado la sentencia, pero así se va a hacer, la van a escribir y quienes tienen el poder político, abusando por supuesto de su injerencia indebida en el Órgano Judicial, lo van a hacer porque así es como se maneja las cosas. El contenido de la sentencia no va ser otra cosa que a lo que el poder político escriba. Me quieren y me necesitan como culpable y encarcelado”, aseveró.

Agregó que si resulta absuelto de los cargos que pesan en su contra, el país y la comunidad internacional señalarían como responsable de los hechos de Porvenir a las autoridades estatales.

Asimismo indicó que el único error que cometió fue confiar en una presunta independencia de la justicia, que lo llevó a quedarse en Cobija hasta cinco días después de los hechos ocurridos.

“Me quedé en Cobija cinco días después de los acontecimientos de Porvenir y me toman preso el 16 de septiembre a las 10.30 en el despacho de Prefectura. A esas alturas había centenares de ciudadanos pandinos que habían cruzado la frontera por la dictación del estado de sitio, por miedo a la represión que se veía venir. Yo no quise hacerlo porque tenía la conciencia de que no tenía responsabilidad alguna sobre las muertes de Porvenir y creí que el Poder Judicial no iba actuar como un instrumento del poder político”, afirmó.

Finalmente, señaló que el proceso ya está en la última fase de investigación, etapa para la cual su defensa técnica preparó “pruebas extraordinarias” que podrían esclarecer el caso.