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El Tribunal Sexto de Sentencia de La Paz dictó este viernes sentencia de 15 años de privación de libertad en la cárcel de San Pedro contra el exprefecto de Pando, Leopoldo Fernández, acusado por las muertes en la denominada masacre de Porvenir, registrada el 11 de septiembre de 2008.
Leopoldo fue declarado culpable el delito de homicidio en grado de autoría mediata, y se lo absolvió de los tipos penales de asesinato, terrorismo, asociación delictuosa y lesiones graves y leves.
Junto a Férnandez, fueron condenadas otras tres personas que recibieron penas más bajas. El exfuncionario del Sedcam, Marcelo Mejido, fue sentenciado a cinco años de cárcel (que ya cumplió); Herman Justiniano a ocho años; y el exalcalde de Porvenir, Evin Ventura, a nueve años de cárcel.
El abogado de Fernández, Karlo Brito, indicó que este viernes sólo se leyó la parte resolutiva de la sentencia y que el próximo miércoles se dará lectura en un integridad al documento. Anunció que se apelará.
Más de ocho años tuvo que esperar Fernández para recibir su condena. Durante ese tiempo, el exprefecto estuvo encarcelado preventivamente en Chonchocoro y la cárcel de San Pedro durante más de cuatro años, hasta que en 2013 logró su detención domiciliaria.
Además, durante el tiempo que estuvo procesado, Fernández se sometió a operaciones quirúrgicas -le sacaron un riñón con cáncer- y también fue candidato a la Vicepresidencia en 2009 acompañando a Manfred Reyes Villa.
Antecedentes: la masacre de Porvenir
La masacre de Porvenir se desarrolló en medio de las pugnas del Gobierno del MAS con la oposición representada en las prefecturas de la entonces llamada “Media Luna”.
Según un informe de la ONU, en septiembre de 2008, cívicos y partidarios de Fernández tomaron instituciones públicas, incluyendo el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Los campesinos reaccionaron y de forma masiva marcharon a un ampliado.
Los funcionaros de la Prefectura y Cívicos usaron maquinaría del Sedcam para abrir zanjas y evitar el paso de los campesinos. La tensión llegó al punto que se desató las agresiones, siendo el lugar de mayor violencia el sector denominado como El Porvenir, donde los partidarios de Fernández dispararon a los campesinos, de acuerdo con el reporte.
Murieron 13 personas, entre campesinos, normalistas que apoyaban la marcha y también funcionarios departamentales. Según la ONU, uno de las primeras víctimas fue el servidor público de la Prefectura, Pedro Oshiro, quien –según testimonios- sufrió un disparo en la cabeza desde una distancia corta de parte de los campesinos.
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