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La magistrada suspendida del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), Ligia Velásquez, aseveró que antes de este periodo el sistema judicial boliviano era malo, pero no perverso como está en riesgo de ser ahora. Ella enfrenta un juicio de responsabilidades en el Senado y podría ser sentenciada a 10 años de prisión por admitir una demanda de inconstitucionalidad contra la Ley del Notariado.
“Lamentablemente es un retroceso como país. Las bolivianas y bolivianos nos vamos a dar cuenta que la justicia era mala, pero no era perversa. Vamos a llevar a un nivel de perversidad en la justica porque ya no va haber independencia para emitir resoluciones”, manifestó en entrevista con ERBOL.
Velásquez y sus colegas Soraida Chanez y Gualberto Cusi están procesados por prevaricato, resoluciones contrarias a la Ley e incumplimiento de deberes. Los tres en conjunto deberán enfrentar al tribunal del Senado.
En cuanto a la posibilidad de ser encarcelada, Velásquez señaló que su familia tiene temor de lo que pueda ocurrir a su salud mientras esté recluida en un centro penitenciario, ella tiene hipertensión arterial y diabetes. Sin embargo, destacó que sus hijas hayan tomado esta noticia con “una madurez sorprendente para su edad”.
“Esa posibilidad (la cárcel) no me asusta, no me intimida, no me quiebra”, añadió.
Velásquez lamentó que el legislativo no haya aceptado sus recursos planteados contra el proceso. “Estoy pataleando porque no hay delito que perseguir. No obstante, por cómo están utilizando el aparato represor del Estado para perseguirnos con un proceso inventado, he estado haciendo mis planteos de excepciones, incidentes, acción de inconstitucionalidad y hacer un ofrecimiento de pruebas ante los senadores. Todos estos incidentes han sido rechazados incluso este ofrecimiento de prueba”, dijo.
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