Seguridad
Soldado relata su tortura por la pérdida de un celular
Danilo: ‘Amarraron mis manos con trapos y me electrocutaron’
Álvaro Danilo Santa Cruz se encuentra hospitalizado desde el domingo.


Lunes, 4 Agosto, 2014 - 18:42

Álvaro Danilo Santa Cruz, de 19 años de edad, conscripto del Comando de Aviación del Ejército, con asiento en la ciudad de El Alto, se constituye en una nueva víctima de las torturas que se registran en algunas unidades militares de Bolivia. 

Danilo fue acusado de robar un celular el pasado viernes, pero nunca lo comprobaron sus superiores y en el intento de que “confiese” lo sometieron a una serie de “castigos”, que incluso derivaron en descargas eléctricas en su cuerpo.

El soldado fue rescatado del cuartel  por sus familiares, que tuvieron que recurrir a mentiras para que los militares lo dejen salir. El domingo fue internado en el Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz. El caso ya es de conocimiento de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y de la Defensoría del Pueblo.

El conscripto se comunicó desde la cama del hospital con la Red ERBOL y relató lo sucedido. A continuación le presentamos la entrevista que la víctima concedió al programa En Directo.

¿Deseas identificarte o mantenerte en el anonimato?

Mi nombre es Álvaro Danilo Santa Cruz, estaba en el cuartel  de Aviación del Ejército, que está en el aeropuerto (ciudad de El Alto).

¿Qué es lo que pasó, por qué te encuentras hospitalizado?

La mañana del viernes, a las 06.00, aproximadamente, se perdió un celular en el pabellón y hemos buscado (el teléfono) con todos mis camaradas y no encontramos nada, pero cuando los instructores, sargentos y tenientes vinieron a revisar, han encontrado el celular en mi bota y la pantalla ya estaba rota, todo arruinado. Y me culparon a mí.

¿Pero tú robaste el celular? 

Yo no fui, les repetí  (a los instructores) que no soy ningún ladrón, que nunca había robado en mi casa, yo soy de una familia humilde pero con valores inculcados por mi madre. Pero como querían que confiese como si yo hubiera robado el celular, me han impuesto muchos castigos.

¿Qué te hicieron?

Me hicieron sacar toda la ropa, me desnudaron, luego me hicieron arrastrar en la tierra y como yo ya estaba lastimado, me puse de pie y un sargento me volvió a pisar. Después, como yo les seguía repitiendo que yo no había robado, me hicieron parar desnudo y me echaron un balde de agua fría. Luego me seguían pidiendo que de una vez confiese o sino iba ser peor, entonces yo repetía y repetía que no era ningún ladrón y que no había robado.

¿Luego qué pasó?

Después se reunieron otros suboficiales y sargentos, me preguntaron si iba hablar y yo les dije que no tenía nada que hablar porque no había robado nada. Entonces un suboficial dijo: ‘ya, vayan a traer la batería del auto, a este le vamos hacer hablar a la fuerza’. Ahí yo me asusté y empecé a llorar, les dije que me dejen por favor, que no robé, pero no me hacían caso, tampoco me dejaban explicarles nada más.

Luego me agarraron, amarraron mis manos con trapos, conectaron los cables a la batería del auto y me electrocutaron tres veces, no sé si ahí perdí el conocimiento, pero no me acuerdo. Pero mi cuerpo ya no se podía mover, sentía como si mi corazón estuviera temblando y ya no podía respirar con normalidad.

Por más que me hicieron todas esas cosas, yo les dije que yo no había robado. 

¿Ahí terminó el “castigo”?

No, después en la tarde (del mismo viernes), me hicieron hacer varios ejercicios, me hicieron trotar, muchos ejercicios que me lastimaron todo el cuerpo y en la madrugada me volvieron a preguntar si iba hablar, yo les dije otra vez que no era ningún ladrón y que no robé el celular.

Entonces subieron dos escaleras al avión que había ahí y me amarraron a la nariz del avión, sin la polera, sólo estaba con mi bóxer y me dijeron que ahí me iba quedar hasta que hable.

¿A cuál avión, el que está al ingreso?

No, hay otro que está en la Aviación del Ejército, que claramente dice Ejército de Bolivia, ahí me pusieron casi media hora.

¿Ya estamos hablando del día sábado?

Sí, ya era una o dos de la madrugada, más o menos. 

¿Y estabas sin ropa?

Sí, sólo en bóxer.

Nos imaginamos que te estabas congelando...

Sí, además antes, me hicieron lavar a mí solo ese avión, que es muy grande y ya no sentía prácticamente mis manos, porque ya estaban congeladas. Y se hacían la burla de mí. Luego de unos 20 a 30 minutos, me bajaron y a las cuatro de la mañana más o menos me hicieron limpiar todo el cuartel.

Luego me dijeron que para las cuatro de la tarde querían mil adobes y yo nunca hice esas cosas, pero me dijeron que tenía que hacer, porque si no me iban hacer peor que el anterior día. Y si me quejaba iba ser peor. Qué pruebas va existir si nosotros manejamos todo, así me dijeron.

¿Tienes algún nombre de los suboficiales que te torturaron?

Tengo algunos nombres, pero fueron muchos, no recuerdo con totalidad, pero uno  de ellos era el sargento Mallku, a él es a quien lo recuerdo bien. Y a un suboficial que es el único bajito y morenito, él es quien me hizo pasar  la corriente.

Pero ¿al final cómo lograste salir del cuartel y por qué estás en el Hospital de Clínicas y no en Cossmil?

El sábado en la mañana, como yo ya estaba haciendo los adobes y apenas había hecho unos cuatro o cinco, y todos (mis camaradas) ya habían salido de franco, entonces uno de ellos había llamado a mi mamá y le había dicho lo que me habían hecho. Entonces, ese día estaba haciendo los adobes sin polera. Luego (logré comunicarme)  con mi mamá y mi hermana, a lo así, ella  (mi hermana) vino con su esposo y con mentiras  me lograron sacar del cuartel, dijeron que estaba mal mi mamá y así pude salir del cuartel.

¿Qué diagnóstico te dieron los médicos?

El domingo en la tarde, más o menos, a las dos de la tarde ya hemos venido aquí  (al Hospital de Clínicas) con mi mamá y mi hermana. Luego vino la Felcc  (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen) y me tomaron fotos, donde estoy con mi cuerpo golpeado  y tengo las marcas de los toques eléctricos. 

¿Dónde fueron los toques eléctricos?

Me hicieron alrededor del cuerpo, más o menos en el pecho. Tengo ahí marcas.

¿Vale decir que tu familia ya presentó la denuncia en la Felcc?

Sí, cuando ya vinimos al Hospital, ahí llamaron a la Felcc y a otros lugares más.

¿Cuánto tiempo ya estabas en el cuartel?

Ya estaba como unos seis meses, más o menos

¿Piensas volver al cuartel y tus superiores te llamaron?

Ayer llamaron a mi hermana y ella les dijo que estaba en el hospital y que ellos deben saber por qué estoy hospitalizado. Yo realmente estoy asustado y preocupado por mi familia porque tengo miedo que les pase algo, yo ya no quiero volver al cuartel, si vuelvo, nadie se va enterar de otras cosas que seguramente me volverían hacer.

¿Antes ya te habían sometido a este tipo de actos o fue la primera vez?

Es la primera vez, porque los castigos antes eran ejercicios y el lavar el avión.

¿Y por qué crees que pusieron el celular en tu bota?

Habían nuevos en el cuartel, como se dice los sarnitas; los antiguos los abusaban a ellos, pero yo me defendía de ellos, yo les trataba bien a ellos y tal vez por eso me gané muchos enemigos, porque incluso muchos antiguos ya me querían pegar, supongo que ellos eso hicieron eso (de poner el celular a mi bota).

¿También hicieron la denuncia ante el Defensor del Pueblo?

Sí, pero me dijeron que debo seguir, que vuelva al cuartel con garantías y que no me va pasar nada, o sea se pusieron indiferentes con mi familia.

¿Cuál es el siguiente paso que ustedes darán ahora?

Nosotros con mi familia pensamos seguir insistiendo con nuestra denuncia, ya no queremos que a nadie más le pase esto, porque otros desaparecen en el cuartel y les dicen sólo que se han escapado. A mi me contaron de casos de soldados que incluso murieron. Yo quisiera que los medios (de comunicación) den a conocer las cosas que pasan en los cuarteles porque ya estamos en un mundo diferente.

¿Estas decepcionado con el servicio militar, vale la pena prestar el servicio militar?

Al principio estaba  bien animado de entrar al cuartel, más por mis estudios, además en los trabajos te piden la libreta de servicio militar, también por la curiosidad de saber cómo era el cuartel, pero ahora me siento decepcionado. (E.L.C.A.)