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El acusado por el denominado caso terrorismo, Ignacio Villa Vargas, provocó este miércoles la suspensión de la audiencia, a raíz de una incontinencia urinaria que confrontó en plena sala del Palacio de Justicia en Santa Cruz.
El incidente se produjo cuando se resolvía una solicitud de libertad para Gary Prado y el Tribunal de Sentencia de La Paz hizo caso omiso al pedido de permiso que debía conceder el juez Sixto Fernández.
Villa, postrado en silla de ruedas, no pudo aguantarse y se vio obligado a orinar en el recinto, mojándose su ropa interior y pantalones.
“Yo quería salir al baño y nada e inclusive le dio la palabra al otro fiscal y me tuve que orinar nomás en mi sillón y así como estaba manchado mi pantalón”, sostuvo.
Villa Vargas, que de principal testigo de cargo del también denominado caso Rózsa pasó a acusado, compareció junto a otros procesados en la audiencia que debía resolver el incidente de actividad procesal defectuosa planteada por los acusados.
“No es posible pues que estén violando tanto nuestros derechos. Somos personas humanas y no somos animales para que nos tengan de esa manera”, agregó.
Luego del incidente, el juez Fernández declaró cuarto intermedio en la sesión hasta este jueves.
“A causa del debate que se estaba produciendo, (Villa Vargas) pidió cuarto intermedio que no pudo ser atendido en el calor de la discusión. En estos momentos se encuentra sentado. Él está bañado en los orines en lo cual solicita suspensión de la audiencia para que él pueda cambiarse. Por la emergencia ocurrida, se dispone receso y suspensión de la audiencia”, anunció.
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