Carteristas dicen que exfiscal Quispe les pidió matar

Dos presuntos carteristas denunciaron que el exfiscal Humberto Quispe quiso pagarles 3 mil dólares para que asesinen a un abogado y marquen la casa de un juez con el mismo objetivo. Ambos supuestos antisociales compartieron celdas con la exautoridad.

Sobre Quispe pesan varias denuncias por extorsión, corrupción, uso indebido de influencias, entre otros delitos. José Luis Cuenca, una de las principales presuntas víctimas de Quispe, reveló el contenido de las dos declaraciones informativas que ambos acusados de robo presentaron ante el Ministerio Público.

“Estando en celdas de la Felcc (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen), el señor Humberto Quispe , antes que los trasladen al penal de San Roque, él se dio a la tarea de contratar a dos personas, dos carteristas, para que puedan eliminar a Víctor Eddy Vargas, uno de los abogados denunciantes en contra de Quispe”, dijo Cuenca en entrevista con ERBOL.

En efecto, Oscar M.F. de 40 años declaró ante la Fiscalía que, días antes que el exfiscal Quispe sea enviado al penal de San Roque con detención preventiva, intentó convencerlo a él y a otro compañero de celda, Vicente O.B. de 43 años, de matar “a una persona” y “marcar la casa de un juez” para luego perpetrar un atentado en esa vivienda.

“Me pide que haga un trabajo para él, que mate a una de las personas que viene de la ciudad de La Paz y que esa persona le perjudica a él, y que me iba a dar el color y número de placa, de la movilidad en la que se transporta (…) y que vaya a marcar la casa del señor juez”, cita Oscar M.F. en su declaración.

Vicente O.B. complementa y afirma: “(…) El fiscal de apellido Quispe se acerca a nosotros (…) nos menciona si nosotros teníamos gente de confianza para poder matar, si tienen, yo a ustedes les voy a cuidar porque yo cuido a mi gente, después nos dijo que él tenía gente para poder hacer ese trabajo. También nos dijo que sólo quería que encontráramos la dirección de una persona de la cual no llegué a escuchar el nombre (…) nos dijo que si encontráramos la casa, sólo quería que lo marcáramos con una marca que él nos iba a dar, y que él después se encargaría con su gente para ingresar a su casa y agarrar a sus hijos, hablando de armas para asustarlos. Si hacíamos ese trabajo, él nos daría 3 mil dólares”.

Según las declaraciones, el móvil por el cual Quispe estaría gestando el asesinato consiste en que el abogado y el juez supuestamente reciben órdenes del vicepresidente Álvaro García Linera para procesarlo.

“Vamos a mandar notas a las autoridades, porque no puede ser que el exfiscal pretenda incluso embarrar a autoridades del Gobierno, no es posible que el hecho se politice de esa manera, no se tiene que politizar porque es algo que le interesa a todo el pueblo boliviano”, anunció Cuenca.

En las declaraciones de ambos presuntos antisociales coincidieron en que el exfiscal Quispe fue muy insistente al tratar de convencerlos para cometer el delito de asesinato y ayudarlo a ubicar la vivienda del juez que también iba a ser asesinado.

Incluso afirmaron que Quispe les pidió que busquen a “peruanos” u otros ciudadanos extranjeros que los ayuden a perpetuar el asesinato de las dos posibles víctimas.   

Además, los presuntos antisociales dijeron que el exfiscal les prometió que si dejan su ocupación de carteristas, con él “no les iba a ir mal”, que les “iba a ir mucho mejor”.