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En las últimas horas ha bajado el nivel de las aguas que inundan las poblaciones benianas de Riberalta, Rurrenabaque, Santa Rosa y Reyes, de acuerdo a reportes de emisoras y corresponsales de la Red ERBOL. No obstante, ahora las autoridades y habitantes de esta zona advierten que el problema principal al cual se enfrentan es la proliferación de enfermedades.
Riberalta
El nivel de las aguas del arroyo Florida, que amenazaba con anegar el camino entre Riberalta y Guayaramerín, ha bajado. Por tanto aún se puede transitar entre estas dos poblaciones, informó el subgobernador de la provincia Vaca Diez.
“Ya es una preocupación menos para todas las autoridades y para la población, porque este (tramo es de) tránsito consuetudinario desde y hasta Guayará. Sería el colmo que nos quedemos aislados”, dijo el funcionario.
A pesar de la buena noticia, todavía están aisladas siete comunidades del municipio riberalteño, donde el desborde de río se mantiene.
Rurrenabaque
Las aguas del río Beni han descendido en los barrios que están afectados en el municipio de Rurrenabaque, informó el periodista Ronny Novoa. Ahora, personal del Servicio Departamental de Salud (Sedes) se moviliza con el fin de prevenir el dengue a través de fumigaciones que se hacen en horarios específicos en los que se sabe que el mosquito transmisor sale a la luz.
Reyes
El periodista José Antonio Gómez describió que la “calma y tranquilidad” está volviendo a la población de Reyes. Militares coadyuvan con las tareas de fumigación “casa por casa”.
Además, las familias refugiadas en unidades educativas del sector están volviendo “poco a poco” a sus viviendas. También ya se previó la limpieza y esterilización de los inmuebles de las escuelas para posibilitar que los alumnos vuelvan a clases.
Santa Rosa
Luego del descenso de las aguas, en Santa Rosa preocupa la reconstrucción de la infraestructura caminera dañada y las pérdidas en ganadería. Los productores esperan que el Gobierno cumpla con su compromiso de llevar forraje para los animales, puesto que el pasto quedo inservible luego del desastre.
San Ignacio
En la población de San Ignacio de Mojos, se realizó una segunda misa por los damnificados en el templo parroquial. El motivo de la primera ceremonia fue orar para que las aguas bajen, ahora los ignacianos piden que no haya epidemias ni enfermedades.
Por el número de familias afectadas y las pocas raciones que quedan en el sector, la alcaldía decidió recortar la entrega de raciones a damnificados, sin embargo, los vecinos protestaron y el burgomaestre volvió a reponer la cantidad de alimento para los afectados.
El Chapare
La secretaria departamental de la Madre Tierra, Cinthia Vargas, indicó que en el municipio chapareño de Puerto Villarroel hay 370 familias que aún esperan alimentos, el mismo que no puede llegar por el anegamiento de carreteras.
La Gobernación gestionó la entrega de los víveres por vía aérea para la región que aún se encuentra en alerta naranja, aunque Vargas rescató que la intensidad de las precipitaciones ha bajado, reportó la red Pío XII de ERBOL.
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