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En San Ignacio de Moxos, San Rosa del Yacuma, Santa Ana del Yacuma y San Borja volvió a escasear algunos alimentos de primera necesidad, combustible, especialmente Gas Licuado de Petróleo, se registraron algunos cortes de energía eléctrica y falta de agua potable, según el reporte de los corresponsales de ERBOL.
Esta crítica situación se registra en estas poblaciones del departamento del Beni, una de las regiones bolivianas más azotadas por las torrenciales lluvias y desborde de ríos, pese a que entre el sábado y domingo dejó de llover y las autoridades locales, además de nacionales, intensificaron el traslado de ayuda para los miles de damnificados.
Santa Rosa del Yacuma
El periodista Edwin Miuler dijo que en San Rosa del Yacuma hace unos 20 días “estamos con el agua al cuello, ya uno no encuentra arroz, azúcar ni aceite en los almacenes”. Esta localidad es una de los primeros centros urbanos que fue anegado y hasta ahora el nivel de las aguas no baja.
Funcionarios del gobierno municipal se trasladaron hacia el norte (es decir hacia Riberalta) y en el trayecto encontraron varios camiones varados con productos que estaban llegando a Pando o a la misma ciudad de Riberalta, negociaron con algunos de ellos y procedieron a comprar casi toda su mercadería de arroz, aceite, azúcar, principalmente, para asistir a las más de 1.100 de familias damnificadas en los 12 albergues de la zona urbana.
El Gas Licuado de Petróleo nuevamente volvió a escasear. Un tractor de la Alcaldía salió hace una semana a Rurrenabaque en busca de este combustible, pero no logró su objetivo hasta ahora. El sábado otra vez se registraron largas colas de amas de casa en busca de GLP.
La leña está mojada o en su efecto se encuentra en zonas altas donde decenas de víboras salieron a refugiarse.
Ayer llegó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, con ayuda abordo en cinco pequeños helicópteros. Pero la gran cantidad de familias damnificadas, se estima que no abastecerá la alimentación por varios días. Y es que además hay nueve comunidades anegadas que también necesitan ayuda, al margen de las 1.100 familias que están en el centro urbano.
Enterado de esa situación, Quintana anunció el arribo de otros dos helicópteros con más capacidad de transporte de alimentos. Pero también se dijo que por vía pluvial llegarán embarcaciones en algunos días.
San Ignacio de Moxos
La corresponsal Adriana Casanova agregó que tampoco hay alimentos en San Ignacio de Moxos. “Si quieres comprar una libra de arroz o azúcar, no encuentras dónde comprar. Porque no hay”, aseguró.
La laguna Isireri continúa está rebalsando, el agua está solo algunas cuadras de la plaza principal. Los barrios del sur, como Urbanización San Antonio, Villa El Carmen, El Buen Pastor, La Asunta, Machena, 3 de Mayo, están afectados por la crecida de la laguna.
“No hay servicio de agua en medio de tanta agua”, ironizó. La planta central de bombeo está totalmente inundada y los funcionarios de la Cooperativa tuvieron que evacuar el viernes los motores y pertenencias para evitar que se dañen.
La laguna Isireri es la única fuente de agua para los mojeños, dijo el presidente de la Cooperativa, Efraín Yuco.
Al momento, esta población está aislada de la capital Trinidad, la única salida es vía aérea y fluvial. Los comerciantes empezaron a salir con sus embarcaciones para ir a traer alimentos y se estima que en unos tres a cinco días retornen.
“No hay gas, no hay combustible, los artículos de primera necesidad, en los pocos lugares que aún hay, están sumamente caros. En los albergues ya faltan también alimentos para la olla común”, apuntó.
Riberalta
La situación no es diferente en Riberalta después de que el viernes, las aguas del río Beni y las siete lagunas de oxidación se mezclaron inundando a los barrios aledaños.
El sábado hubo una reunión entre la Red de Salud, el Concejo Municipal y el Ejecutivo. Se tomaron las previsiones ante la emergencia conformando tres brigadas que al momento van visitando los hogares afectados a 100 metros a la redonda e indicando a los habitantes que deben abandonar sus viviendas.
Además se conformó un cordón de seguridad con la ayuda de las Fuerzas Armadas para que nadie ingrese al sector contaminado y se está distribuyendo las pastillas de purificación de agua.
Según los especialistas, médicos cubanos, se debería aislar un kilómetro a la redonda, sin embargo, se dispuso que se lo haga sólo 100 metros a la redonda para evitar el caos y alarma.
“Pero es muy difícil sacar a las familias, cuando empezaron a inundar las viviendas, la gente incluso con el agua hasta las rodillas y cintura, se negaba a dejar sus pertenencias. Las brigadas, pese a estas adversidades, están recorriendo al menos en tres barrios a la redonda de la laguna de oxidación”, informó el periodista Juan Carlos Soto.
De manera paralela partieron las brigadas a las 18 comunidades anegadas que se agruparon en unos ocho puntos de refugio en las zonas antas. Las autoridades también se comprometieron hacer llegar ayuda a esas zonas rurales.
En el mercado local de la ciudad, las amas de casa expresaron su preocupación al no saber con certeza hasta cuándo podrán abastecerse con los artículos de primera necesidad, porque la carretera que los conecta con el interior del país está cortada hace una semana.
Hay temor de que los precios de los productos empiecen a elevarse, aunque algunos comerciantes aseguraron que tratarán de ingresar alimentos del lado brasileño para abastecer el mercado.
La provisión de gas se garantizó hasta el 24 de febrero, los otros combustibles, como diesel y gasolina, habría lo suficiente, al menos durante mes y medio.
Los dirigentes vecinales sugirieron que se aproveche que hay navegabilidad hasta Guayaramerín para transportar combustible, teniendo en cuenta que la carretera que conecta Riberalta con esa localidad es asfaltada y al momento está transitable.
Entre tanto, no se puede tomar agua de pozo por el desborde de las lagunas de oxidación, la gente trata de abastecerse de agua embotellada.
Autoridades locales no se cansaron en pedir ayuda al interior del país e incluso fuera del país. Anunciaron que este lunes saldrá una comisión al lado brasileño, para pedir ayuda, porque consideran que no tienen el apoyo suficiente del gobierno boliviano. Irán pedir agua y alimentos, además de pastillas de potabilización.
De manera paralela, toda la población teme que colapse el sistema de alcantarillado ante el desborde a las lagunas de oxidación.
Otras poblaciones
Santa Ana del Yacuma estaba sin luz el sábado, se cortó la energía porque tuvieron que elevar el motor a un metro de altura ante el temor de sea afectado por el nivel de agua. Asimismo, se conformó un muro perimetral, la amenaza de inundación es inminente. Los reportes periodísticos indican que también escasean los alimentos.
Desde San Borja reportaron que no había GLP y las amas de casa no pueden acudir ni a la leña, porque está mojada. En Reyes, algunas familias aseguraron que sólo tienen carne para comer.
Entre tanto, el gobierno nacional continúa trasladando varias toneladas de alimentos a las zonas afectadas.
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