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La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) reveló que ya en mayo había alertado al ministro Carlos Romero, sobre la situación que podía acontecer en La Asunta (Sud Yungas), como consecuencia de la erradicación de cocales sin el consenso de los comunarios.
Mediante un comunicado, la CEB expresó su indignación por los hechos de violencia que dejaron tres fallecidos en la región yungueña. “Sentimos profundamente y rechazamos que la violencia y la muerte se asuman como acontecimientos “normales” cuando se presentan conflictos sociales de diversa índole”, dice el pronunciamiento.
En el documento, la Conferencia Episcopal lamentó que se hayan cumplido las previsiones que ya había anunciado en el mes de mayo al Ministro de Gobierno, tras una reunión con cocaleros y el Concejo Municipal.
Aclaró que en su alerta se hacía referencia a que los pobladores requerían que se les presente un plan de erradicación y cultivos alternativos, así como demostrar un tratamiento equitativo entre regiones, mostrándoles el plan de erradicación de coca en el Chapare.
“Por cierto, ya en ese momento se observaba una presencia de uniformados en la zona que creaba desconfianza y temor y así se le hizo saber al señor Ministro”, señala el comunicado.
La Iglesia llamó a buscar el diálogo y el entendimiento fraterno. “Exigimos también a las autoridades del poder judicial colaborar decididamente al esclarecimiento de los hechos, buscando a los verdaderos culpables con independencia, imparcialidad y pasión por la justicia”, agregó.
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