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El candidato a la presidencia de Bolivia por el Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan Del Granado, concedió este domingo una entrevista a ERBOL para compartir con la audiencia parte de su vida privada y las experiencias que marcaron su personalidad.
El periodista Andrés Gómez y Del Granado se sentaron ante los micrófonos de la emisora para dialogar ante el país sobre la infancia, temores y otras facetas poco conocidas del político "sin miedo".
¿A qué le tiene miedo?
Cuando estuve preso a los 23 años durante las dictaduras. Estaba incomunicado por cuatro semanas en un roperito —cuartos de aislamiento en el que sólo podía caber una persona de pie, tuve muchísimo miedo. Sólo me sacaban para los interrogatorios en los que me golpeaban tres veces al día.
¿Cómo era usted de niño?
Era el caramelo de las horas cívicas en el colegio. Hacía poesía, declamaciones y teatro. En aquel entonces era bajo de estatura y tuve que aprender a defenderme. Nunca busqué pelea, pero siempre supe defenderme.
¿No había preferencia porque su madre era la profesora?
No, había discriminación porque ella era la más rígida conmigo.
¿Recuerda algún amigo de la infancia?
El Choclito Morales, Pablo Morales. Ambos teníamos que estudiar medicina, porque su papá era médico. Cuando teníamos 13 años nos llevó al quirófano y me desmayé, ahí cambié de vocación. Siempre estuve inclinado a las ciencias sociales.
¿Qué juegos le gustaba de niño?
Era muy deportista, pero también era un experto con el trompo y de las cachinas.
¿Alguna vez se aplazó en el colegio?
Una vez me aplacé en matemáticas, pero era la bronca del profesor porque estaba celoso de una muchacha que era mi novia. Le molestaba que estuviera con ella y me aplazó.
¿Cuál era su materia favorita?
Me gustaba la materia de Geografía. Sin duda, también me gustaba la física, la química y la historia, que hasta hoy es mi gran pasión.
¿Cuál es el primer libro que terminó de leer de punta a punta?
"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez en 1969. Me acuerdo de Gabriel García Márquez en su primera edición.
¿Cuál fue el libro que más influyó en usted o el que más le impresionó?
Me impresionó de mala manera "Pueblo enfermo" de Alcides Arguedas, pero luego me curé con "Raza de bronce". También "Las venas abiertas de América Latina" de Eduardo Galeano. El primer libro marxista que me impactó: ¿Qué hacer? De Lenin.
¿Era un Don Juan o no?
No era un Don Juan, pero las chicas me acosaban pese a mi estatura. En especial, eran tres chicas de cursos superiores que me correteaban y me avergonzaban. Pero era un acoso juvenil e inocente.
¿Cuál fue la persona que más influyó en su vida?
Artemio Camargo Crespo. Él era un minero que nació en Sucre. Estudió Derecho en la universidad por algunos meses, pero no duró porque no tenía recursos económicos para mantenerse. Entró a trabajar en la mina y se convirtió en uno de los primeros forjadores del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) en los campamentos mineros. Llegué a vivir dos años en su casa y marcó mi vida política.
¿Usted se enoja muy rápido o es soberbio?
Soy muy tranquilo, es difícil hacerme renegar. Pero tuve que adoptar una postura muy dura en mi vida pública. No soy soberbio.
Durante el juicio a Luis García Meza nos amedrentaron y trataron de intimidarnos. No podía estar con sonrisitas en la televisión, tuve un aspecto más serio y se fue quedando esa imagen. Mucha gente que no me conoce cree que es soberbia, altanería y subestimación de la gente; pero no es así.
¿Cuándo fue la última vez que lloró Juan del Granado?
Lloré cuando mi madre falleció hace tres años. Nos dejó huérfanos, porque más allá de la edad que tengas cuando uno pierde a sus padres uno queda huérfano.
¿Le gusta el cine?
Somos cinéfilos con mis hijos. Estamos todos los sábados en el cine. Me gusta Zona Sur, pero somos más del cine comercial. Me gustó mucho Gravedad, es muy buena filmación.
¿Qué defecto quisiera cambiar de su persona?
La testarudez. Quizá soy demasiado cuadriculado. Tengo manía de levantarme temprano y tengo que dormir después del almuerzo, 40 minutos. Me quita mucha relación social.
¿Existe alguna virtud propia que quisiera contagiar?
El trabajo y la lealtad.
¿Es usted compadre del Presidente?
Eva Liz es mi ahijada, mucho antes de conocer a Evo Morales. Conocí a Eva Liz por la relación de amistad con su madre, Francisca. Cuando cumplió 15 años me nombró su padrino y con Marcela le regalamos un anillo de 15 años. Evo ya era presidente y me convertí en compadre de Evo Morales.
Cuando analiza encuestas que no le favorecen ¿No le dan ganas de salirse de las elecciones?
El año 1999, el MSM tenía nueve meses de vida y ganamos las elecciones por la Alcaldía de la Paz. En ese entonces, era el último en las encuestas, pero obtuvimos la victoria.
Dirigir un país no es lo mismo que dirigir una ciudad ¿Cree que puede con esa responsabilidad?
Lo que hicimos —como MSM— en La Paz se puede proyectar en Bolivia. No improvisamos. Las 12 tareas de Luis Revilla estaban planificadas. Es lo que haremos en el país.
¿Candidato o candidata para acompañarlo rumbo a las elecciones?
Recogeremos las propuestas de la gente en el país. No tengo una preferencia.
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