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El primer mandatario Evo Morales aclaró que sólo uno de los autos blindados, que se compraron para la caravana de seguridad presidencial, sufrió desperfectos a los “dos o tres días” de ser entregado, por lo cual fue devuelto a la empresa de origen.
Si bien el Presidente señaló que no era “mucho” el problema, cuestionó “¿Cómo en dos, tres días puede haber un desperfecto mecánico? Una desconfianza de la empresa”.
“No pueden entregarnos así”, agregó.
En enero, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, confirmó la compra de un vehículo Toyota Lexus blindado para Morales y de cuatro vagonetas, dos de ellas también anti-balas. El presupuesto dispuesto para la compra asciende a 6 millones de bolivianos.
El vicepresidente Álvaro García Linera ya había informado que “el vehículo que el Presidente estaba usando ha tenido un conjunto de ajustes que tenían que llevarse adelante y entonces ha sido regresado al lugar de origen de la empresa que entregó estos vehículos”.
“La empresa ha pedido disculpas”, afirmó Morales, aunque afirmó desconocer si el carro volverá a territorio nacional.
El Primer Mandatario argumentó que los autos blindados son necesarios, porque su integridad física está en peligro. Recordó que en la festividad Urkupiña un borracho trató de atacarlo como “karatista”. En esa oportunidad, el agresor chocó contra el vidrio de seguridad de un carro prestado por Hugo Chávez.
Helicópteros
El Presidente rechazó que haya quejas sobre los gastos del gobierno en los carros, aviones y helicópteros.
Añadió que hasta el próximo año pretende comprar un helicóptero por lo menos para cada capital de departamento.
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