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El director ejecutivo de la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia, Rubén Darío Cuéllar, afirmó que los comisionados que representan a países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) ejercen influencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar el tratamiento y la toma de decisiones en temáticas que puedan afectar a esos gobiernos, como es el caso de la reelección indefinida como derecho humano.
“Por supuesto que durante estos últimos doce años, los llamados socialismos del siglo XXI, países como Venezuela, Argentina, Brasil influyeron para tener representantes que defiendan a esos gobiernos. (…) Hay esa situación en la Comisión, hay que buscar los mecanismos para evitar esa distorsión política”, declaró Cuéllar.
La Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia es una de las instituciones que presentó ante la CIDH una denuncia contra el Estado boliviano por la vulneración del derecho a votar y decidir de los ciudadanos que participaron en el referéndum del 21 de febrero de 2016 y que apoyaron la opción que al final ganó, es decir el rechazo a la posibilidad de que el Presidente Evo Morales sea candidato para buscar la reelección en los comicios de 2019.
El pasado miércoles, la CIDH escuchó en audiencia los argumentos de la parte denunciante y del gobierno boliviano con relación a la polémica sobre la habilitación de Morales como candidato pese a los resultados del 21F.
Cuéllar fue consultado si en la actualidad todavía se da la influencia en la CIDH de los comisionados representantes de los gobiernos del ALBA, respondió que ese es un problema pendiente a resolver al interior de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Pero por supuesto que siguen porque son los gobiernos los que los nombran y ellos están por un periodo de seis años. Aquí hay un problema desde el momento mismo que los gobiernos los nombran”, dijo Cuéllar.
Señaló además que se debería cambiar el mecanismo de selección de los comisionados de la CIDH porque al ser nombrados o sugeridos por los gobiernos de sus países pierden independencia y objetividad en sus decisiones. Indicó que a esto se suma los juegos de intereses que existen y los acuerdos que establecen los Estados con el objetivo de lograr apoyo a determinado postulante.
Ejemplo Nardi Suxo
Cuéllar puso como ejemplo el caso de la exministra de lucha contra la corrupción Nardi Suxo que, con el apoyo del gobierno de Evo Morales, postuló al cargo de juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Nos parecía un despropósito, nos parecía hasta una ofensa que una persona que tanto había patrocinado violaciones a los derechos humanos en nuestro país aparezca como candidata, esas son las distorsiones que se dan en nuestro sistema regional. Por este tipo de casos existen jueces o comisionados que le deben más lealtad a un determinado gobierno que a los derechos humanos de los ciudadanos”, declaró el director ejecutivo de la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia.
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