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El diputado Rafael Quispe, vestido con su poncho negro, desafió a los Ponchos Rojos a batirse en un duelo de “chicote a chicote”, en la plaza Murillo a las 10 de la mañana del jueves 6 de diciembre.
La reacción de Quispe surge después de que los Ponchos Rojos de la provincia Omasuyos los amenazaron con justicia comunitaria, al considerarlo un “traidor” y de la derecha.
“Yo no soy manco. Reitero por eso el desafío a los Ponchos Rojos del MAS a que nos enfrentemos de poncho a poncho, de chicote a Chicote y de sombreros a sombrero. No les tengo miedo”, dijo el diputado con chicote en mano.
Pidió a los Ponchos Rojos que no sean “huayqueadores”, pero aseguró que no se dejará amedrentar con ninguna persona.
Le criticó que defiendan la inconstitucionalidad de la repostulación de Evo Morales y que, más bien, deberían chicotear a quienes violan la Constitución Política del Estado y roban del Fondo Indígena.
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