Internacional
Argentina
Cristina y Scioli se unen tras triunfo de Mauricio Macri
Cristina Kirchner y Daniel Scioli.


Martes, 24 Noviembre, 2015 - 08:11

Se mostraron como socios para una estrategia en común: reforzar el mensaje de que para el kirchnerismo no se trató de un derrota y que el país quedó partido en dos.

Cristina Kirchner y Daniel Scioli se reunieron ayer durante una hora en la quinta de Olivos, sin fotos que mostraran el momento y con Carlos Zannini como único testigo, en un encuentro en el que dejaron de lado cualquier diferencia que, presumen desde los dos lados, en un futuro no tan lejano comenzará a surgir por la paternidad de ese 48,6 por ciento que no votó a Mauricio Macri.

 

El Gobierno asumió un rol de defensa cerrada ante el ajustado final, que le dio aire al kirchnerismo para poder reconstruirse tras 12 años en el poder.

"El proyecto está bien de pie", sintetizó Zannini por la mañana en declaraciones a Radio Nacional, una lectura que la Casa Rosada extendió como análisis de la elección.

"La diferencia es tan pequeña que quienes gobiernen van a tener que tener cuidado y respeto por los que no lo votaron", abundó, en un mensaje al sucesor de Cristina Kirchner.

Para el kirchnerismo, la escasa diferencia de votos, de apenas 700.000, delineó un escenario de paridad que le abre las puertas a la resistencia. Scioli va en el mismo camino y avisa: no se retira.

 

"¿Retirarse? No lo veo", expresó Zannini apenas volvió a la Casa Rosada desde la quinta de Olivos sobre el futuro político de su ex compañero de fórmula. "Fue una reunión muy positiva, pero lo va a informar Daniel", se excusó.

El gobernador bonaerense no habló, pero dejó trascender que dará pelea en la competencia que vendrá para aglutinar el voto que anteanoche le deparó la derrota.

No anduvo con vueltas, no, al menos, en lo que ordenó difundir tras el encuentro.

"Daniel le planteó a Cristina su voluntad de seguir trabajando para defender los ideales y las políticas que propusimos en la campaña desde un lugar propositivo y constructivo", informó uno de sus colaboradores más cercanos.

 

Tanto el cristinismo como el sciolismo buscarán adjudicarse la paternidad de esa porción del electorado que no votó a Macri.

Suena como una paradoja, pero ambos sectores reclaman ahora ser los dueños de la derrota. Una derrota que para la mirada del Gobierno no fue tal.

"Por supuesto que es una derrota personal porque no llegamos a ganar, pero no del proyecto", amplió Zannini en su lectura. El también marcó la cancha del futuro liderazgo de su espacio político.

"El Frente para la Victoria ha sido transversal y ha abierto un camino hacia el futuro. El que exprese mejor eso será el que hablará en nombre de todos nosotros.

O «la» que lo exprese", se anticipó, en referencia a Cristina. En definitiva, confió, lo "va a decidir la gente".

Estrategia común

De la reunión de ayer quedó claro que la Presidenta y Scioli se asociaron en una lectura común para mantener a flote cada uno sus propias expectativas de liderazgo.

En definitiva, será una decisión que llegará hacia 2017, cuando la provincia de Buenos Aires elija senadores.

"La gente hizo lo que quiso y casi nos lleva al triunfo. A quién va a acompañar esa gente será a quien defienda mejor lo que hemos hecho en estos 12 años", abundó Zannini, pensando ya en la próxima batalla.

Pasado el mal momento de las primeras horas del domingo, el Gobierno se mostró ayer envalentonado por los resultados que llegaron al filo de la madrugada.

"Si hubiésemos tenido el supermartes como en los Estados Unidos ganábamos", bromeaba Zannini ayer, confiado en que con dos días más de campaña podrían haber dado vuelta el resultado de las urnas.

Durante la reunión, que duró una hora y que tanto desde Presidencia como desde la gobernación bonaerense calificaron como "muy cordial", Cristina y Scioli repasaron los números e intentaron mostrarse ajenos a las discusiones futuras.

Los dos coincidieron en que casi el 50 por ciento de la población "salió a defender sus derechos" y resaltaban la participación espontánea de los sectores menos politizados que terminó por influir en la corta distancia con la que cerró el escrutinio provisorio.

Esperan, aunque saben que no tienen chances de dar vuelta la elección, que el margen se achique con el recuento definitivo, que comenzará esta noche.

Por el momento, no hay espíritu en el kirchnerismo de revisar los resultados, aunque, según anticipó Zannini, mirarán con lupa los telegramas de Córdoba y San Luis, dos de las provincias en las que la fórmula oficialista perdió por amplio margen.

(Fuente: La Nación)