Italia vota en elecciones parlamentarias
Los italianos comenzaron a votar el domingo en elecciones parlamentarias que podrían determinar si la nación en crisis mantendrá el rumbo de sus dolorosas reformas económicas o volverá a caer en los viejos vicios del despilfarro y la inercia.
Estas son algunas de las preguntas que podrían resolver los votos en los comicios del domingo y lunes, que podrían dibujar el futuro de una de las economías más grandes de Europa.
Otras naciones de la Unión Europea y los grandes inversores observan de cerca al país, pues las decisiones que tome Italia en los próximos meses prometen tener un impacto profundo en toda Europa y su capacidad de apagar las llamas de su crisis financiera.
Los problemas de Grecia en los últimos años fueron suficientes para provocar pánico en los mercados. Con una economía casi 10 veces más grande que la de Grecia, Italia es simplemente un país demasiado grande como para caer en cesación de pagos, no sólo para Europa, sino para todo el mundo.
A la cabeza de las preferencias electorales aparece Pier Luigi Bersani, un ex comunista que ha mostrado un fuerte colmillo político al apoyar las duras reformas económicas encabezadas por el primer ministro saliente, Mario Monti.
Muy de cerca de Bersani le sigue el polémico Silvio Berlusconi, el magnate multimillonario de los medios de comunicación que busca regresar a la escena política después de haberse visto obligado a dejar el cargo de primer ministro por la crisis de la deuda de Italia.
Aunque Monti es ampliamente reconocido por haber salvado a Italia de la ruina financiera, se ha quedado atrás en las preferencias, al pagar el costo político que trajo el sufrimiento que han causado las medidas de austeridad.
En el escenario político también aparece un comodín: el comediante convertido en político Beppe Grillo, cuyo movimiento contra la arraigada clase política ha estado atrayendo a decenas de miles de personas a protestar en las plazas de Italia.
Si su autoproclamada política de "tsunami" arrasa en el Parlamento con una parte importante de los escaños, Italia podría ingresar en un período prolongado de confusión política que tiene el potencial de asustar a los mercados. (El Nuevo Herald)