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Desde el jueves pasado y hasta anoche 119 vuelos de Aerolíneas Argentinas habían sido cancelados, algo que había afectado a 15 mil pasajeros que planeban viajar en estas fechas.
El comienzo de las vacaciones de invierno en el país vecino ha sido complicado: diversos vuelos de esa compañía -principalmente con destinos nacionales- han tenido que ser reprogramados o se encuentran sobrevendidos, y los viajeros han tenido que esperar más de cinco horas en el Aeroparque de Buenos Aires.
Según el diario El Cronista, esta crisis podría costarle a la aerolínea pérdidas de US$ 10 millones en gasto por compensaciones a sus clientes.
Debido al colapso y caos en el aeropuerto, los turistas están visiblemente molestos por las esperas y las excusas que han recibido, ya que subirse a un avión parece una tarea titánica.
Aerolíneas Argentinas, a través de su presidente y ex candidato kirchnerista a la alcaldía de Buenos Aires, Mariano Recalde, dijo el martes que el servicio estaba “normalizado” y que las demoras registradas se debían al “record histórico” de viajeros por el inicio de las vacaciones de invierno.
Recalde ha negado insistentemente que exista una sobreventa de pasajes y anunció que los pasajeros de cada vuelo cancelado ocuparán los asientos del siguiente, y así sucesivamente, a través de un “encadenamiento”.
Es decir, los viajeros tendrán que subirse a otro vuelo, muchas veces varios días después y en otros horarios, totalmente distintos a lo que compraron.
Por este motivo, según medios argentinos, la aerolínea habría decidido suspender la venta de pasajes hasta dos semanas más.
Así, el sitio web de la empresa impide la compra de tickets para antes del 3 de agosto, mostrando disponibilidad para viajar recién después de esa fecha, día en que finaliza el receso invernal.
El diario argentino La Nación dijo que hizo la prueba y que fue imposible comprar un pasaje antes de esa fecha.
Sin embargo, a través de un comunicado, la empresa desminitió la información y dijo que la ocupación de los vuelos llegó al 100%.
“Desde el comienzo del receso invernal, la cantidad récord es de 35.000 pasajeros diarios, cuando el promedio habitual es de 25 mil”, dijo la compañía.
Recalde negó que los problemas que vive la aerolínea sean por falta de tripulantes o sobreventa, y que éstos se deben a varios factores acumulados.
“Programamos un operación muy ajustada para las vacaciones. Quisimos poner todos los recursos a volar y dejamos poco margen para cualquier eventualidad. Y tuvimos varias”, dijo.
Según el funcionario, la aerolínea tuvo que lidiar con un paro de controladores la semana pasada, lo que sumado a la poca colaboración de los pilotos, a los factores climáticos, a que hubo aviones que imprevistamense quedaron fuera de servicio por mantención, y a que hubo vuelos con el 100% de ocupación, provocaron esta situación.
Según Clarín, además del desmanejo gerencial, la razón de fondo de esta crisis es un déficit económico, que se ha acelerado este último tiempo.
En menos de siete meses, Aerolíneas Argentinas y Austral, su filial, le pidieron al Estado US$ 350 millones.
El diario consignó que la firma factura unos US$ 2.000 millones al año pero gastan US$ 2.600. El déficit de este año podría ser incluso peor, como en 2011, que fue de US$ 900 millones.
Según Clarín hoy prácticamente no tiene activos más allá de la ayuda gubernamental. Y a esto, hay que sumarle que paga en promedio unos de los sueldos más altos del Estado: unos US$ 4.100.
(Fuente: La Tercera)
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