Internacional
Con supervisión internacional
Norcorea ofrece desmantelar instalaciones de misiles


Miércoles, 19 Septiembre, 2018 - 09:39

Corea del Norte ha ofrecido tentativamente desmantelar por completo sus centros de pruebas nucleares y de misiles, y permitir que los inspectores internacionales sean testigos. Así lo ha afirmado el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en una comparecencia conjunta ante la prensa con el líder del Norte, Kim Jong-un, en Pyongyang, donde ambos celebran su tercera cumbre. Kim, según el jefe de Estado del Sur, también visitará Seúl muy pronto, quizá antes incluso de que termine el año. Sería el primer líder norcoreano que visitara la capital del sur desde el final de la guerra en la península (1950-1953).

Los dos países firmaron este miércoles un acuerdo en Pyongyang, por el que ambas partes se comprometen a eliminar “toda amenaza” de guerra entre sus respectivos países y a lograr una península sin peligro ni armas nucleares. “El Norte y el Sur han acordado hacer de la península coreana una base para la paz en la que no haya amenazas ni armas nucleares, y acometerán progresos sustanciales para lograr este fin rápidamente”, sostiene el documento.

Es la primera vez, ha subrayado Moon, que las dos Coreas han acordado pasos específicos para la desnuclearización. El régimen norcoreano -ha dicho- cerrará de modo permanente su centro de pruebas de misiles en Tongchang-ri. Y lo hará, según el comunicado, “bajo la supervisión de expertos de los países implicados”.

Podrían llegar más pasos, como el desmantelamiento total de su central nuclear de Yongbyon, donde en 2008 derribó una torre de enfriamiento como gesto de buena voluntad. Pero esos pasos estarán condicionados a que Estados Unidos adopte gestos recíprocos.

Es un gran condicional. A lo largo del proceso de negociaciones sobre su programa nuclear, Corea del Norte ha reclamado a Washington el levantamiento de sanciones y, sobre todo, la firma de un tratado que ponga fin definitivamente a la guerra, detenida ahora solo por un armisticio. Pero Estados Unidos replicaba que Pyongyang debía acometer más pasos significativos hacia su desnuclearización, más allá de los gestos de buena voluntad ya emprendidos con la cancelación de sus pruebas de armamento y la voladura de su centro de pruebas nucleares en Punggye-ri. El acceso de los inspectores internacionales era uno de los pasos reclamados; otro, la entrega de una lista completa de las instalaciones y equipos nucleares norcoreanos. Una lista que, al menos aparentemente, no figura en los compromisos aceptados este miércoles.

Si Estados Unidos da por bueno el comunicado conjunto, podría reactivarse el actual proceso de negociación entre ese país y Corea del Norte. Un proceso encallado desde la cumbre que mantuvieron en Singapur en junio Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, por las exigencias respectivas de que sea el otro quien primero mueva ficha.

Por el momento, Trump ya ha contestado en un tuit en el que muestra su satisfacción por la decisión norcoreana de “permitir Inspecciones Nucleares, sujetas a negociaciones finales, y de desmantelar permanentemente un sitio de pruebas y lanzamientos en presencia de expertos internacionales”.

A la espera de cuál sea el devenir de esas conversaciones bilaterales, las dos Coreas acordaron también este miércoles toda una serie de medidas para estrechar sus relaciones mutuas e incrementar su confianza.

Antes de que termine el año, los dos países celebrarán una ceremonia para conectar sus sistemas de ferrocarril en las costas este y oeste. También, “cuando existan las condiciones”, retomarán la cooperación en el polígono industrial fronterizo de Kaesong -clausurado en 2016 tras el cuarto ensayo nuclear norcoreano- y las visitas turísticas surcoreanas al monte Kumgang, del lado norte de la frontera. También presentarán una candidatura conjunta para organizar los Juegos Olímpicos de verano de 2032.

“El Norte y el Sur impulsarán sus intercambios y cooperación sobre una base de reciprocidad, intereses compartidos y prosperidad, y propondrán medidas sustanciales para desarrollar la economía nacional”, indica el comunicado.

Además, la visita de Kim a Seúl, “la primera de un líder supremo norcoreano, y un punto de inflexión” en las relaciones, según Moon, tendrá lugar también antes de que finalice el año a menos que se produzcan “circunstancias especiales”.

Las dos Coreas también firmaron un acuerdo militar para aumentar su comunicación y evitar situaciones que puedan llevar al comienzo accidental de un conflicto. Entre otras cosas, han acordado cancelar todas las maniobras de artillería en la zona fronteriza.

Comienza “una nueva era de paz y prosperidad”, declaró Kim Jong-un en su comparecencia junto a Moon, en la que el líder norcoreano leyó unas palabras ya preparadas.

La cumbre de Pyongyang, la tercera de la historia entre líderes de las dos Coreas y también la tercera ocasión en que se ven cara a cara Moon y Kim, tenía como objetivo intentar destrabar las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos. El presidente surcoreano tiene previsto regresar a Seúl este jueves, después de tres días de conversaciones.

Fuente: El País