Correa se prepara para cerrar campaña presidencial
Un camión cargado con flores exóticas de la selva amazónica, intentaba abrirse camino entre las densas hileras de vehículos que circulan por Quito durante la hora pico.
El chofer respondía con furiosos bocinazos y agitando por la ventanilla una bandera con los colores de Alianza País, el movimiento que impulsa la candidatura de Rafael Correa a un tercer mandato presidencial.
Las flores eran para decorar la tribuna adonde ascendería el presidente-candidato para arengar a los miles de simpatizantes que se estima van a concurrir al cierre de su campaña. Las estimaciones que se barajaban en la víspera pueden quedarse cortas, puesto que mucho antes de la hora programada, los más precavidos ya se habían desplegado lo más cerca posible del escenario.
Los incondicionales del economista que ascendió al poder en el 2007, revalidó su cargo en el 2009 y que se ha forjado la fama de ser invencible, no se contentan con escuchar sus palabras, que para eso existe la megafonía.
Ellos quieren tener la oportunidad de estrecharle la mano o al menos de llamar su atención. A esos extremos llega el fervor de los aliancistas por el ídolo encarnado en un tipo de 60 años, con un lenguaje corporal que transmite una autoestima más grande que el Chimborazo, el volcán más alto de Ecuador.
Pero el último acto de quien encabeza por amplio margen las encuestas de intención de voto se vería empañado por el anuncio que hizo esta mañana el propio candidato. En una entrevista con el canal Amazonía, Rafael Correa anunció que en caso de ganar –algo que ni sus más enconados rivales ponen en duda- este sería su último período al frente de la presidencia.
El promotor de la así llamada Revolución Ciudadana, indicó que en el 2017 se retirará de la política para consagrarse a fu familia y a la investigación en el terreno de la Economía. No olvidemos que antes de saltar al ruedo, Correa se doctoró por la Universidad de Illinois (EEUU) y que fue asesor de instituciones tan renombradas como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). "Para entonces ya habré dado todo lo que puedo dar y será la hora de pasar la antorcha a los jóvenes", dijo a sus entrevistadores.
Pese a que todo el mundo predice que la contienda electoral se zanjará este domingo, cuando Correa aplaste a sus rivales, al presidente le han entrado dudas acerca de esas profecías.
Hace poco, el político que ganó todas batallas, incluído el referéndum que dio al país una nueva Carta Magna, ordenó a sus estrategas que dejen de presumir con una goleada en la primera vuelta. Las últimos sondeos indicaban que cerca del 28% de los ciudadanos todavía no deciden por quién votar.
Oposición
Curiosamente, donde es más pesa la sensación de que la suerte está echada es en los cuarteles de los siete candidatos opositores. Hablamos de Nelson Zavala, candidato del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE); Alberto Acosta, líder una alianza de fuerzas de izquierda; Norman Wray del partido Ruptura; Álvaro Noboa, del Partido Renovación Institucional Acción Nacional (PRIAN); Guillermo Lasso, abanderado de Creando Oportunidades (CREO); Mauricio Rodas, de Sociedad Unida Más Acción (SUMA) y el ex presidente Lucio Gutiérrez, candidato de Sociedad Patriótica (SP).
Desde luego, los representantes de ese rompecabezas no lo dicen de forma explícita, pero en sus discursos abundan las protestas por el helicóptero que traslada a Correa de un distrito electoral al siguiente mientras que ellos se desplazan por caminos casi intransitables; por los recursos estatales que el presidente movilizó para su campaña y por su proverbial arrogancia.
La brecha presupuestaria se hizo patente en los mítines de ayer, cuando muchos de los contendientes del oficialismo se mojaron hasta los huesos con la lluvia, al no contar ni siquiera con un toldo que los protegiera.(tomado de elmundo)
A.S.C.
