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Luisa Olivera estuvo 15 años buscando a su hija, Mariela Tasat Olivera, quien desapareció en el barrio bonaerense de Lanús en Argentina. Fue un tiempo de angustia y pena, la que aumentó al saber que el cuerpo de la niña estaba enterrado a sólo 16 cuadras de su casa.
La última vez que se vio con vida a Mariela, de 14 años, fue el 7 de septiembre de 2002. Ella estaba junto a su hermano Javier en la puerta de la casa tomando mate, cuando él entró al inmueble a contestar el teléfono. Al volver, se percató de que su hermana ya no estaba.
Tras ello, nunca más se supo de ella. Su familia puso una denuncia, pero la investigación sólo duró dos semanas y luego fue archivada, según reporta el diario Clarín de Argentina.
Pero la madre de Mariela continuó con su búsqueda: visitó prostíbulos pensando en que la niña era explotada sexualmente e ingresó a barrios peligrosos donde era amenazada de muerte por entrar sin permiso. Asimismo, dos años después tuvo que soportar la muerte de su marido, quien partió sin saber qué pasó con su hija.
Mientras, Luisa preparaba una torta todos los 14 de junio, día del cumpleaños de la adolescente, esperando que volviera. Tuvieron que pasar varios años para que la causa se reabriera a petición de una fiscalía especializada en trata de personas. Así, la fiscal Viviana Giorgi pidió informes a todos los cementerios y morgues de la zona para intentar dar con el paradero de la adolescente.
Fue así como descubrió que, en la fecha cercana a la desaparición, se enterró en un cementerio de Lanús a una NN. Ante esto, se procedió a la exhumación del cuerpo, la que ocurrió hace dos días, según indicó Clarín.
El resultado fue claro. Gracias al análisis dactilar se comprobó que la huella del pulgar derecho del cuerpo correspondía de manera "fehaciente, categórica e indubitable" a la contenida en la cédula de identidad de Mariela.
Así, se pudo establecer que la niña fue atropellada por un tren en la vía férrea el mismo día que desapareció. En ese momento, fue enviada al hospital vecinal de Lanús y posteriormente al Fiorito de Avellaneda, donde falleció dos días después.
Fue enterrada el 9 de septiembre de 2002 como NN en un cementerio ubicado a 16 cuadras de su hogar, mientras su familia la buscaba incansablemente. Familiares de Luisa Olivera explicaron a Clarín que la madre está devastada tras conocer la noticia, mientras esperan despedir a Mariela como corresponde, 15 años después de su muerte.
FUENTE: EMOL
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