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Durante 55 minutos –todo un récord para este tipo de encuentros--, el papa Francisco y Raúl Castro han permanecido reunidos en el Vaticano. Se ha tratado de una visita “estrictamente privada” en la que el presidente cubano ha agradecido en persona –ya lo hizo públicamente el pasado 17 de diciembre— la labor de Jorge Mario Bergoglio en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos. Un largo apretón de manos ha sellado un encuentro que ha servido también para preparar la visita del pontífice a Cuba, prevista para el próximo mes de septiembre, justo antes del viaje a EE UU que lo llevará a Washington, Nueva York y Filadelfia. Al salir, el presidente cubano ha asegurado que lee "todos sus discursos" y que "si sigue así", él mismo regresará a la Iglesia Católica. "He agradecido al Santo Padre su contribución al reacercamiento entre Cuba y Estados Unidos", ha añadido.
No es la primera vez que Raúl Castro visita el Vaticano. Como ministro de Defensa y candidato a suceder a su hermano Fidel, el ahora presidente giró una visita a Juan Pablo II en diciembre de 1997, en vísperas de aquella histórica visita de Karol Wojtyla a la isla en la que pidió: “Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Esa apertura mutua, tanto tiempo soñada –sobre todo por los cubanos, principales damnificados del régimen comunista y del bloqueo estadounidense--, se está produciendo por fin, y tanto Obama como Castro no han dudado en subrayar el papel de Bergoglio.
El papa Francisco ha seguido muy de cerca, tanto de forma personal como a través de la diplomacia vaticana, del recién inaugurado diálogo entre Cuba y EE UU. “El interés del Vaticano”, señalan fuentes de la secretaría de Estado, “es que a este nuevo momento de concordia, que aún será lento, largo y difícil, se incorporen otros actores importantes de la región; no hay que olvidar que el Papa sigue estando muy preocupado por la situación de Venezuela”.
El primer encuentro entre el mandatario cubano y el primer papa latinoamericano ha tenido lugar en el estudio y en los salones adyacentes al Aula Pablo VI, el gran auditorio donde se celebran los actos vaticanos. Es el lugar elegido por el Papa y el protocolo vaticano para celebrar las reuniones de carácter menos oficial, como la que sostuvo el pasado mes de abril con el rey Juan Carlos. Sin embargo, últimamente Francisco lo prefiere ya que se encuentran cerca de Santa Marta, donde reside, y no es necesario así que se traslade al palacio pontificio, donde suelen organizarse las visitas de Estado.
La delegación que viajó con Castro a Roma está compuesta por el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas Ruiz; el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla; y el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Leopoldo Cintra Frías. También se suman a la audiencia papal los embajadores ante Italia, Alba Soto Pimentel, y ante el Vaticano, Rodney López.
Tras el encuentro con el Papa, Raúl Castro se dirigió al Palacio Chigi, se del gobierno italiano, para reunirse con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
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