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El Gobierno venezolano siempre ha celebrado contar con el “mejor sistema electoral del mundo”. Sin embargo, casi dos días después de las elecciones legislativas del domingo, siguen sin saberse los resultados definitivos.
El Consejo Nacional Electoral aún no ha confirmado de forma oficial a quién irán a parar los 2 diputados de 167 que faltan por adjudicar.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que se atribuye hasta el momento 110, da por hecho que contará con 112, lo que le permitiría ocupar los dos tercios de la próxima Asamblea Nacional y abordar grandes reformas.
El segundo, y último hasta el momento, boletín del Consejo Nacional Electoral se entregó a los partidos políticos el lunes en la tarde y después se subió a la página web.
El conteo arroja 107 diputados para la MUD, que cuenta también con los tres correspondientes a las circunscripciones indígenas ya que los vencedores iban en coalición con la oposición.
El 55 restante sería para el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Los dos diputados que faltan por ser adjudicados, y que la MUD da por hecho que son suyos, corresponden al Estado de Amazonas y a una circunscripción del Estado de Aragua.
En el primer caso, el retraso en el conteo se debe a que trata de unos votos correspondientes a una región alejada.
En el caso de Aragua, se registraron problemas con algunas máquinas que retrasaron el recuento.
La MUD, a través de su secretario ejecutivo, Chuo Torrealba, informó este martes de que tenían el acta que daba por solo 83 votos la victoria a la diputada Karin Salanova, la número 112. La CNE aún no lo había confirmado de forma oficial a través de su página web.
La diferencia entre lograr 110 o 112 diputados es crucial para la MUD. En el primero de los casos superaría la mayoría de tres quintos en la Asamblea Nacional que se logra a partir de los 101 escaños.
Con esta cifra, ya asegurada (y que es la misma de la que dispone actualmente el Gobierno), puede aprobar leyes habilitantes para el Poder Ejecutivo y legislar en materias de economía y seguridad nacional.
También permite emitir votos de censura contra los integrantes del Gabinete ministerial y el vicepresidente ejecutivo de la República.
Pero con una mayoría de dos tercios, la que la MUD asegura tener, las posibilidades se amplían considerablemente.
La Constitución determina que podría designar o destituir a las autoridades de otras instituciones, como los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia o los rectores del Consejo Nacional Electoral.
Además, podría promover referendos, reformas constitucionales y asambleas constituyentes, así como promulgar leyes orgánicas, como se conocen en Venezuela las leyes que desarrollan derechos.
El tardío recuento ha suscitado las críticas de distintos dirigentes de la MUD. Ya el lunes, el excandidato presidencial Henrique Capriles se mostró convencido de que la oposición contaba con los dos tercios y no dudó en destacarlo en la primera rueda de prensa que dio después de la jornada electoral.
Desde la misma noche de los comicios, cuando el CNE informó de que la MUD contaba con 99 diputados, la plataforma opositora ha pedido que se acelere el recuento.
Según sus cálculos, basados en conteos rápidos, tendrán los dos tercios. La oposición siempre ha considerado la tardanza en entregar los resultados como una prueba de que las autoridades electorales favorecen al oficialismo con sus decisiones.
De hecho, la única alteración de la jornada del domingo se produjo cuando el CNE decidió extender durante una hora las votaciones, lo que la oposición interpretó como un gesto hacia el chavismo para que pudiese movilizar a su electorado.
La tardanza en la entrega de los resultados recuerda lo ocurrido en la primera victoria opositora sobre el chavismo en diciembre de 2007.
Venezuela se negó entonces a apoyar una amplia reforma de su Constitución presentada por el entonces presidente Hugo Chávez. El Consejo Nacional Electoral dio los resultados en la madrugada y luego nunca volvió a informar sobre los cómputos definitivos.
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