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El Gobierno de Cuba ha informado este martes que “acoge con satisfacción” la propuesta de la Unión Europea para negociar un acuerdo de diálogo político y de cooperación, planteada el pasado 10 de febrero en Bruselas. Se trata del primer paso en el deshielo de las relaciones bilaterales, que supone el levantamiento del veto impuesto contra La Habana en 1996 a través de la llamada “posición común”.
“Cuba acoge con satisfacción esta propuesta del 10 de febrero de la alta representante (Catherine Aston) que significa el fin de las políticas unilaterales de la Unión Europea sobre Cuba y acepta el inicio de negociaciones al respecto”, ha dicho el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, durante una conferencia de prensa en La Habana. La respuesta de la isla llega un mes después de que los cancilleres de la Unión Europea aprobaran por unanimidad el inicio del diálogo bilateral, tras varios años de discusiones y consultas.
Cuba había sido, hasta ahora, el único país de la región en el que la Unión Europea no había suscrito ningún tipo de acuerdo bilateral. Sus relaciones se regían a través de la “posición común”, un instrumento diplomático que condiciona el diálogo de cualquier índole al avance democrático y al respeto de los derechos humanos en la isla, y que en la práctica implicaba un bloqueo. En 2008, sin embargo, la UE abrió un vía hacia la cooperación, que aún se mantiene a muy bajo nivel, en términos económicos. Tal como y recordó el canciller cubano durante su intervención, en los últimos años 14 países del bloque han suscrito acuerdos bilaterales de cooperación y memorandos de entendimiento para el intercambio político con Cuba, aún a pesar de la vigencia de la “posición común”.
El canciller Rodríguez ha asegurado que su país asume la invitación de Europa de “manera constructiva”, pero recordó que mantienen “plena vigencia los principios acordados en el 2008, cuando se reinició el diálogo político entre la UE y Cuba”, de respeto a la “igualdad soberana de los Estados”, a las leyes vigentes en ambas y a la “no injerencia en los asuntos internos de los Estados”. En ese contexto, ha dicho Rodríguez, el Gobierno de la isla estaría en disposición de discutir “cualquier tema”, “incluidos los temas de derechos humanos sobre los cuales tiene muchas preocupaciones de lo que acontece en diversos países europeos”.
La Unión Europea ha respondido, a través de una nota diplomática emitida por la delegación de La Habana, que recibe “con gran satisfacción la decisión positiva del Gobierno de Cuba y que el proceso se iniciará “cuanto antes (…), con espíritu constructivo y de respeto mutuo”. Hasta el momento, la UE no ha revelado cuáles serán las directrices que guiarán el diálogo; algunos países, como Alemania, Polonia y la República Checa, han exigido a la comisión supervisar que haya medidas que contemplen el respeto a las libertades políticas y de expresión en la isla. (EL PAÍS)
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