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La activista de derechos humanos Olga Flores inició hace ocho días una huelga de hambre por las “víctimas de la justicia” de cinco casos que no se resuelven, como el de Chaparina.
Flores instaló un piquete de huelga de hambre en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Informó que elevó una petición a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), amparándose en la Constitución Política del Estado (CPE), para la destitución del fiscal Ramiro Guerrero y otras autoridades judiciales.
Flores culpó a la gestión de Guerrero por la retardación de justicia en cinco casos no resueltos, por lo que pidió su alejamiento. Dijo que se mantendrá en una vigilia y en la radical medida hasta que responda a su solicitud el Legislativo.
“Es una sola demanda la destitución del Fiscal General del Estado (Ramiro Guerrero) y una lista de jueces corruptos, es una sola demanda que representa varios casos emblemáticos de la justicia en Bolivia”, declaró a Erbol.
La activista identificó los casos del bebe Alexander, de la supuesta corrupción en el Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino (Fondioc) y Chaparina, entre otros, que no hallan justicia. En Chaparina fueron reprimidos violentamente por la Policía los marchistas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en 2011.
Junto a Flores, también está en ayuno la indígena mapuche de Chile, Marta Montiel, quien pide se le entreguen los restos de su padre que participó en la guerrilla de Teoponte.
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