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“Hemos llegado de Caripuyo (municipio de la provincia Alonzo Ibáñez en Potosí) y no hemos podido alcanzar, la fila estaba muy larga y no nos han dado nada”, relató uno de los entrevistados.
Quienes organizan estas cruzadas empiezan a recaudar juguetes a finales de noviembre, pidiendo la colaboración de la población para regalar juguetes a los niños. Sin embargo, este año la crisis económica afectó la contribución anual de personas e instituciones a las campañas de recolección.
“Nosotras somos de Llallagua (provincia Refael Bustillo de Potosí), yo tengo tres hijos y ella tiene cuatro, ninguno hemos podido recibir nada, la cola estaba larga en la Plaza Camacho, ojalá en la tarde haya otra campaña, (…) no nos vamos a quedar aquí, el fin de semana vamos a retornar”, dijo una de las señoras acompañada de sus tres pequeños.
Campañas como "Por la sonrisa de un niño" de Radio Fides" o “Por la sonrisa del niño alteño” del padre Sebastián Obermaier admiten que la recolección de este año ha sido un poco más difícil que en las gestiones pasadas debido a que las empresas están más dedicadas a reorganizar su presupuesto para cumplir con el doble aguinaldo, declaró Melba Gutiérrez, organizadora de la campaña alteña.
“Varias empresas que acostumbraban colaborar se excusaron este año argumentando que no pudieron generar lo suficiente ya que no les fue muy bien. A pesar de todo, empresas como INTI donaron el 10 por ciento de sus ventas del viernes y sábado a la iniciativa del padre Obermaier”, indicó Gutiérrez.
Durante el sondeo realizado, se pudo evidenciar un gran incremento de gente de escasos recursos que llegó del campo a apostarse en inmediaciones de la terminal de buses de La Paz, algunos pequeños tenían un juguete entre sus manos pero otro tanto aún esperaban recibir algo que alegre su navidad.
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