Panaderas piden al Gobierno seguro de salud

El reumatismo, artritis, várices, dolores en la columna y rodillas  son algunas de las dolencias que padecen las mujeres panificadoras.

María Estrada de 45 años trabaja con su esposo hace siete años en la elaboración de pan y aseguró que en el segundo año de su oficio ya sintió los primeros síntomas de várices y también dolores frecuentes en sus rodillas. 

“Yo alzo el quintal de harina cuando mi esposo no tiene tiempo, de paso tengo chapear (amasar), el trabajo nos obliga a ser responsable y no tenemos tiempo ni para ir al médico, pero si el gobierno nos diera el seguro de salud para sacar una ficha, nos ayudaría bastante”, afirmó.

Julieta Choque también es panadera y expresó que ella, al igual que varias de sus compañeras de trabajo, padece artritis y como no tiene otro trabajo, continúa en el rubro soportando los dolores.

“Ahora me duele las manos, los dedos, hasta cuando lavo ropa, pero me tengo que aguantar”, sostuvo.

Las panaderas coincidieron en señalar que el trabajo es generalmente familiar porque un obrero cobra entre  40 y 45 bolivianos por cada quintal que procesa e incluso algunos se retiran sin realizar el horneado del pan argumentando que ya es hora.

“Por eso yo trabajo con mi marido, incluso mi hijo más, él ayuda a bajar latas, pero mucho más difícil es amasar, se necesita fuerza, pero que puedo hacer”, apuntó Angélica Poma.

María Coaquira agregó que su esposo se enfermó hace 10 años por ser panadero y ella tuvo que tomar el mando de este difícil trabajo. Ahora también tiene dolores de cadera y columna.

“Yo tengo que hacer el trabajo que mi marido hacía, qué puedo hacer, si contratas trabajador no hace bien la masa. A mi marido lo tengo que traer en silla de rueda a la panadería para que controle a los dos trabajadores. Y, a veces me tengo que quedar hasta la noche para acabar de vender el pan”, apuntó.

Todas las entrevistadas –que participaron en la primera jornada de movilización de los panaderos de La Paz en protesta contra la suspensión de la subvención ala harina– pidieron seguro de salud para el sector.