Espectáculo
La prenda causó furor
El vestido que lució Michelle Obama se agotó en horas


Martes, 22 Marzo, 2016 - 16:06

Con un diseño de Carolina Herrera, la primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, arribó el lunes 21 de marzo a Cuba. El vestido causó furor y se agotó a las pocas horas de las tiendas. La asesora de imagen Laura Malpeli de Jordaan analizó su estilo para Entremujeres. 

El vestido es sentador para su tipo de cuerpo ya que, por su corte genera armonía entre el ancho de los hombros y la zona de la cadera.

Al mismo tiempo, justamente por el corte evasé de la falda, genera el efecto visual de que la cintura se vea más angosta, con lo que logra que se perciba como un cuerpo reloj de arena (hombros y cadera equilibrados y cintura esbelta), que es considerado culturalmente como el tipo de cuerpo ideal para las mujeres.

Es un vestido sin mangas que logra llevar el foco a los brazos de la primera dama, que siempre fueron destacados como un punto fuerte de su cuerpo.

El escote en V es perfecto para el vestido, el momento del día, el ámbito y el rol que desempeña.

Este vestido incorpora estampas florales en un tamaño armónico y adecuado para su contextura: en ningún momento parece que las flores la llevan a ella restándole protagonismo ni que las flores son demasiado pequeñas, esto le aporta otro elemento armónico al look.

Su estilo no es romántico y el tipo de estampa que lleva es un claro ejemplo de cómo las mujeres que no pertenecen a este estilo, pueden incorporar flores y detalles femeninos sin lograr verse netamente románticas.

Si bien su rol es el de acompañar al primer mandatario del país, lo cierto es que la primera dama suele llamar la atención por su forma de vestir.

Es adecuada para el contexto pero bajo ningún punto de vista clásica. Puede optar por cortes clásicos pero siempre incorpora algún detalle que le otorgue protagonismo, a través del color, de las estampas e incluso con sus accesorios.

Tal es así que a pesar de llevar el cabello con un corte de fácil mantenimiento y bastante atemporal, no nos da la sensación de un estilo acartonado o monótono.

Es un delicado equilibrio ya que tampoco puede opacar la figura de su esposo que es quien fue electo para el cargo más importante de su país.

Volviendo al caso de este atuendo puntual, como las flores ya tienen bastante protagonismo, podemos observar que casi no hay accesorios complementando a la vestimenta, un claro ejemplo del famoso “menos es más”.

El calzado es adecuado para el contexto.

Es interesante la gama de colores elegida ya que entre el fondo blanco y los motivos florales en azul y rojo, se representan los colores de la bandera de Estados Unidos y también de la de Cuba.

A su vez, los tres tonos están dentro de su paleta de colores con lo que puede usarlos cerca del rostro y logrará un aspecto fresco y radiante, disimulando las imperfecciones naturales del mismo. Guarda armonía con respecto al atuendo del presidente, incluyendo su corbata.

 

(Fuente: Clarín, Buenos Aires)