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Sin duda, uno de los indiscutibles y más emblemáticos iconos de la cultura pop es la bella actriz Marilyn Monroe. La destacada artista que falleció en 1962, a causa de sobredosis de fármacos, aún sigue dando que hablar medio siglo tras su muerte.
¿Suicidio o asesinato?, es la mayor interrogante que tanto seguidores como familiares y conocidos de la rubia, siguen preguntándose hasta el día de hoy.
Aún así, una afirmación más escalofriante fue entregada esta semana por el responsable de los servicios fúnebres de la estrella del cine, Allan Abbott, quien aseguró en un libro que el cuerpo de la víctima no se parecía nada al retrato sonriente en pop art que el colectivo recuerda.
Abbott se dedicaba a planificar funerales y “acomodar” el cuerpo de los fallecidos, junto a Ron Hast, en los años 60. Si bien el hombre optó por guardar silencio por muchos años, finalmente decidió revelar como se encontraba la figura de la diva la mañana del 6 de agosto, que llegó a sus manos.
El cadáver de Marilyn
Con el rostro cubierto de manchas púrpuras, raíces de pelo natural en su cabello y las uñas totalmente descuidadas, la Ganadora del Globo de Oro en 1960, ya no sonreía como en cada foto publicada en las portadas. Según contó el portal Página 7, cuando Allan recibió el cuerpo, el blanco cadáver de Marilyn estaba rígido sin marcas de jeringa, como suponían.
“Cuando removieron la sábana que la cubría, fue casi imposible creer que ese era el cuerpo de Marilyn Monroe. Ella lucía muy promedio, como una mujer envejecida que no había sabido cuidar bien de ella misma. Obviamente, las circunstancias que rodearon su muerto fueron exacerbadas por su pobre apariencia”, declaró.
Con el cuerpo cubierto de manchas y el cuello hinchado, el cuerpo de Monroe fue trasladado a la oficina del fiscal en donde tuvieron que bañarlo por su deplorable estado. “Podría decir que ella no se había teñido el pelo en un buen tiempo, porque sus raíces estaban negras y había crecido media pulgada”, explicó y aseguró que tras el baño, la rubia y brillante cabellera, se redujo a un montón de pelo seco, corto y maltratado.
Para ampliar los destalles sobre el descuido del cadáver, el director de la funeraria contó que no estaba depilada y que las uñas de la actriz no se encontraban arregladas. “Sus piernas no habían sido afeitadas por al menos una semana y sus labios estaban en mala forma. Además, necesitaba de manicura y pedicura”, detalló Abbott en su libro.
Como si fuera poco, la funeraria debió intervenir quirúrgicamente para reducir la hinchazón de cuello. Los pechos de la actriz tampoco se veían como en las películas Some Like It Hot o The misfits, pero en vez de reemplazarlos con unos falsos, decidieron rellenar el sostén de la diva para que luciera “como ella misma”.
Si bien la declaraciones del hombre que trabajó toda su vida organizando eventos para despedir a los muertos, pueden deshonrar la imagen estética de Marilyn Monroe, es su cabellera rubia y los labios maquillados con un llamativo rojo, son los que estarán presentes para siempre en las millones de ilustraciones y retratos de la superestrella.
Fuente: BioBio
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