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Las bolsas asiáticas y el petróleo volvieron a caer este jueves, retroalimentando la fuerte volatilidad de las últimas semanas en los mercados mundiales.
La jornada comenzó con ganancias en Hong Kong, Tokio y Shanghái, donde los inversores aprovecharon las caídas de los últimos días para comprar activos a buen precio.
Sin embargo, la volatilidad volvió a apoderarse por la tarde de los mercados chinos y japonés, que siguen impactados por la caída de los precios del petróleo, por debajo de los 30 dólares el barril, y el crecimiento chino, el más bajo en 25 años (6,9% en 2015).
En China, las bolsas cayeron pese a que el banco central inyectó en el sistema bancario 400.000 millones de yuanes (unos 60.000 millones de dólares), la mayor inyección en los últimos tres años.
La bolsa de Shanghái, que ya ha perdido alrededor de un 16% en lo que va de año, cerró este jueves con una caída de 3,23%. La de Shenzhen, la segunda mayor de China continental, se dejó un 4,01%, mientras que Hong Kong cayó un 1,82%.
"El terreno en este momento es muy inestable, y hay una gran ansiedad", comentó a la agencia Bloomberg Ayako Sera, de la firma Sumitomo Mitsui Trust Bank.
Por su lado, el índice Nikkei 225 de Tokio perdió 2,43% y Seúl 0,3%. Sídney, en cambio, cerró con una modesta subida del 0,5%.
Las bolsas europeas en cambio miraban más a la reunión de política monetaria del BCE que concluye este jueves, y esperan una "sorpresa positiva", según John Plassard, de Mirabaud Securities.
Los inversores no esperan más medidas de estímulo, pero sí palabras de aliento ante los problemas de las bolsas y el bajo nivel de la inflación en la Eurozona (0,2% en diciembre, cuando el objetivo es cercano al 2%).
Después de abrir al alza, París subía 0,23% y Madrid un 0,34%. Fráncfort perdía 0,16% y Londres 0,03%.
Del lado del petróleo, los precios del crudo seguían cayendo, moviéndose en niveles inéditos en 12 años, causados por un círculo vicioso de sobreoferta, demanda débil y dólar fuerte.
Así, el barrio de West Texas Intermediate cedía un 0,8%, a 28,12 dólares, y el Brent un 0,6%, cotizando a US$ 27,72.
La caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos de Rusia junto con el gas, seguía arrastrando además al rublo. Este jueves, el dólar llegó a cotizar a 84,81 rublos, un nivel históricamente bajo para la moneda rusa.
Pese a ello, el Kremlin dijo que su moneda no se está derrumbando, y que lo que se observa es un tipo de cambio "volátil".
En este contexto, la segunda mayor petrolera rusa, Lukoil, anunció que reducirá sus inversiones en 2016 en 1.500 millones de dólares, para hacer frente a una caída del precio del barril que no deja de erosionar sus márgenes.
(Fuente: Clarín)
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