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Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
El Alto Comisionado en Asuntos de Formalización de la Minería e Interdicción de la Minería Ilegal en el Perú, Antonio Fernández Jeri, afirmó este miércoles que cerca de 100 kilos de oro de procedencia ilegal, serían llevados semanalmente fuera de territorio peruano, a través de la frontera boliviana.
Según el periódico El Comercio, La Rinconada (zona minera de Puno, ubicada cerca de la frontera) y Desaguadero son dos de los lugares por donde se envía el oro, pero también desde el Madre de Dios hacia la selva boliviana.
Debido al incremento en el control de puertos y aeropuertos peruanos, esta ruta se utiliza constantemente para el acopio del mineral.
Funcionarios de la Sunat (Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria), indicaron que el oro también se acopia en La Paz y luego se envía a destinos como Estados Unidos y Europa.
“A Bolivia va casi todo el oro ilegal que no se logra comercializar en el Perú”, agregó el funcionario”.
La autoridad peruana reconoció que no hubo un control en estas zonas, por falta de policías, en los últimos meses, por lo que no hubo operaciones de interdicción de campamentos mineros en la zona de. Madre de Dios.
Estudio del CEDLA
En la publicación “El Oro en Bolivia”, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agropecuario (CEDLA), a través del investigador Pablo Poveda, resaltó que la producción de oro en nuestro país, tuvo un abrupto salto en la producción de oro desde la gestión 2012, hecho que llama la atención al momento de hacer cifras.
“La producción de oro tuvo un salto de 6,513 toneladas en 2011 a 27,561 y 18,177 toneladas para los años 2012 y 2013 respectivamente. Esto repercutió en el valor de la producción, que de 331 millones de dólares en 2011, alcanzó a 1,471 millones de dólares el 2012 y 813 millones de dólares el 2013” señaló Poveda.
El estudio acota que la ley 4049, de 7 de julio de 2009, dispone una reducción de regalías de oro para yacimientos sulfurosos de difícil explotación a un máximo de 5% y de yacimientos marginales operados de manera artesanal, a un máximo de 2,5%. A través de un estudio estadístico, se puede evidenciar el incremento en la producción de oro y su valor de registro de amalgamas y desperdicios; sin embargo, no sucede los mismo con las regalías que estas apenas llegaron al 0,53% en 2012, y al 1,69% en 2013. Si se hubiese aplicado la regalía máxima del 7% tal como lo establecía la ley 1777 (Ex ley minera), las regalías para ambos años hubieran alcanzado a 160 millones de dólares, 7 veces más que los 21 millones de dólares que se recaudó en 2012 y en 2013.
Esto comprobaría que la presión impositiva se ha reducido considerablemente para el sector minero cooperativo aurífero, en un escenario en que los precios del oro han crecido hasta 4,6 veces en 2013, desde que empezó la tendencia al alza que se inició en 2003.
En el mismo estudio, el CEDLA maneja dos hipótesis para explicar este súbito aumento de la producción de oro en forma de amalgamas y desperdicios, por un lado, se arguye que por la mala calidad de los yacimientos, sería imposible llegar a estos volúmenes de producción interna de oro, lo que sugiere que, debido a la baja imposición tributaria se habría importado oro de contrabando de los países vecinos para luego reexportarlo. La segunda hipótesis sostiene que antes ya se exportaba oro de contrabando y que la baja en la alícuota sería un mecanismo de formalización de esa producción, sin embargo en ambos casos se demuestra la fragilidad en la capacidad de fiscalizar la producción de oro para lograr el pago de regalías por parte de las autoridades del Estado.
En el libro: “La Economía del Oro”, también publicado por el CEDLA, el ex presidente de la COMIBOL, Héctor Córdova crea dos escenarios hipotéticos para explicar el fenómeno del oro en nuestro país. En el primero señala que: “El consumo interno de oro ha demostrado ha demostrado estar, según las estadísticas del Banco Central, alrededor de las tres toneladas anuales; vale decir que exportaríamos entre 20 y 30 toneladas. Inti Rarmi, la mayor empresa aurífera que opero en el país, en el mejor de sus momentos, declaró una producción anual de 10 toneladas, a partir de un yacimiento difícilmente considerado como marginal ¿podrá creerse que producciones de 20 o 30 toneladas anuales provengan de yacimientos marginales”.
Como conclusión de este primer escenario, el investigador señala que se estaría hablando de una elusión por el orden de 250 millones de dólares y una evasión de 100 millones de dólares, lo que haría 350 millones de dólares menos para la gestión de municipios y gobernaciones.
El Segundo escenario, donde Córdova crea un escenario asumiendo que este oro (20 a 35 toneladas) provenga del Perú, regalitariamente Bolivia debería estar agradecida a Perú, porque esta producción sería registrada como boliviana, pagando regalías por este concepto; sin embargo, en el mismo estudio apunta que la caída en la producción aurífera del Perú por subsectores, evidenciada en la estadísticas del país vecino, señala que esta caída no corresponde a los informales y pequeños productores, sino a las tres empresas más grandes que explotan oro en ese país, volumen que alcanzaría a 20 toneladas de oro.
Socios del London BullionMarket y la minería ilegal
La problemática del oro y su explotación ilegal en la amazonía llegan a su punto alto, cuando el matutino Perú 21 publicó: Socios del London BullionMarket de Londres financiaron minería ilegal en la Amazonía peruana, donde revelan una Investigación periodística realizada por “Ojo Público”que revela que compañías compraron el metal a exportadores que arrasaron con parte del territorio de Perú, Colombia, Bolivia y Brasil, las mismas que estarían ligadas con el London BullionMarket de Londres.
El informe señala que las compañías Metalor y MKS Finance, de Suiza; NTR Metals y Republic Metals Corporation, de EEUU, Italpreziosi de Italia y el grupo Kaloti de Emiratos Árabes Unidos, financiaron la compra del oro de origen ilegal que devastó extensos territorios de Sudamérica, estas seis corporaciones se encuentran vinculadas al London BullionMarket, el gremio que fija el precio del oro a nivel internacional y que concentra a los principales comerciantes de este activo en el mundo. Por este motivo su participación en este presunto delito guarda una responsabilidad mayor.
Ratifica además que territorios amazónicos de Perú, Brasil, Colombia, y Bolivia sufrieron la perdida de sus territorios a causa de la minería ilegal, hecho que finalmente sirvió de provecho para estas seis corporaciones que compraban el metal a las exportadoras a un precio menor que el mercado formal. Entre las zonas destruidas se encontrarían: Huepetuhe y La Pampa en Madre de Dios; del lecho de los ríos bolivianos Pando y Beni, que llegan hasta el Madeira, en la selva brasileña; la selva del Caquetá y los bosques del Chocó en el Pacífico de Colombia, así como en las montañas de Nambija en la frontera con Perú.
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