- 1366 lecturas
Los recuerdos se imponen. “La pelota no dobla” que patentó Daniel Passarella, el corte de Julio Cruz y el escándalo, el 6-1 histórico padecido con Diego Maradona como entrenador, la remontada hasta un 3-3 con festejo de Juan Pablo Sorín muy cerca del epílogo, las corridas de superhéroe que dibujó Ángel Di María mientras sus compañeros apenas caminaban en el último 1-1 con Alejandro Sabella como DT… La memoria se divierte ahora y aquí, en los primeros instantes en esta ciudad situada a 3.600 metros sobre el nivel del mar, donde mañana Argentina aterrizará sólo para jugar contra una Bolivia que se prepara en forma especial. Es inevitable: sobrevuelan los fantasmas de la altura con sus tan temidos efectos.
La Selección ya eligió cómo combatirlos: llegará sobre la hora al lugar de los hechos, con tubos de oxígeno y con Viagra… Como resulta imposible por el calendario desembarcar aquí con mucho tiempo de antelación (los especialistas sugieren que lo ideal es hacerlo como mínimo diez días antes), el plan será dormir este lunes a la noche en Santa Cruz de la Sierra y recién alrededor del mediodía de mañana volar directo a La Paz. Una vez en este rincón boliviano, la Selección irá directo al estadio Hernando Siles, jugará desde las 17 (hora argentina, las 16 de Bolivia) y enseguida se subirá de nuevo al avión para regresar a Buenos Aires. Nada de instalarse en un hotel paceño para comer o descansar. Como las sensaciones por el problema del mal de altura se profundizan a partir de las 24 horas de arribado al sitio en cuestión, todos coincidieron en que lo mejor será permanecer aquí la menor cantidad posible de horas.
Hace unos años, en los vestuarios, escondían los tubos de oxígeno para que los futbolistas no se condicionaran por este tema. Hoy es muy diferente. En el camarín visitante, habrá pequeños tubos individuales con máscara, uno para cada jugador. Es una precaución que con el tiempo se naturalizó.
Para evitar trastornos estomacales, se les suministrará a Messi y compañía un almuerzo muy liviano y con mucho líquido. También se evaluó con atención máxima el estado odontológico y otorrinolaringológico de cada futbolista. Es que dificultades en ese sentido pueden afectar en este microclima tan singular.
El ítem más llamativo, aunque suele ser usual en cada equipo argentino que afronta una aventura de este tipo, se vincula con la utilización del Viagra, cuya droga es el sildenafil.
La Selección no será la excepción en este cruce de Eliminatorias contra Bolivia aquí. Aunque no hay una comprobación científica que garantice que su suministro ayuda a moverse mejor en la altura, los especialistas creen que también actuará como un vasodilatador pulmonar y facilitará la oxigenación. Eso sí, no habrá una imposición. Las estrellas argentinas elegirán tomar Viagra o no. Si dicen que sí, será suficiente con una pastilla azul de 50 miligramos esta noche o durante el último almuerzo. Está claro: Argentina hace todo para que la altura no la doble.
Fuente: Clarín
- 1366 lecturas